Lo prometido es deuda y James Vingegaard dijo que venía a La Vuelta a España para ganarla. Pues este domingo, en la segunda etapa, disputada entre Alba y Limone Piamonte, y en la primera llegada en alto, la figura del danés ha emergido para demostrar su condición de gran favorito y hacerse con el maillot rojo. Y eso que a falta de 25 km para el final de la etapa se ha ido al suelo. Ni una caída ha podido evitar que Vingegaard sea el nuevo líder de la general.

El favorito ya lidera la Vuelta a España

La etapa ha estado comandada por cuatro valientes. Gal Glivar, Jakub Otruba, Liam Slock y Sinué Fernández se han aventurado desde el inicio, pero en el puerto final otro gallo cantaría. Antes, la lluvia ha hecho acto de presencia y la carretera resbaladiza se ha cobrado algunas víctimas. El momento crítico ha llegado a falta de 25 km para el final de la etapa, momento en que se ha producido una caída masiva en la parte delantera del pelotón, cuando este pasaba por una glorieta. Todo el Visma, con Vingegaard incluido, ha estado involucrado. El danés, sin embargo, se ha podido reponer sin mayores problemas tras cambiar de bici.

Finalmente, la ascensión no ha podido ser mejor. Tras un trabajo brillante de los equipos para sus líderes, la etapa ha terminado con un precioso duelo de tú a tú entre los mejores. Ciccone tenía la victoria y el maillot rojo en la mano, pero se le ha hecho largo el esprint y Vingegaard ha llegado con más fuerzas al final para ser el nuevo líder en la general. 

"No puedes dejar pasar una victoria de etapa"

Tras acabar la etapa, James Vingegaard, el gran favorito para llevarse la 80a edición de La Vuelta a España, se ha mostrado feliz por la victoria y por ponerse al frente de la general: "No puedes dejar pasar una victoria de etapa. Cuando ves la oportunidad, la coges. Muy contento de haber ganado hoy. Ha pasado mucho tiempo desde mi última victoria. Muy contento de cómo me he sentido y de cómo ha estado el equipo, y por ganar el maillot rojo".

Respecto a su caída, pese a ser bastante dura, el danés ha comentado que ha salido bastante bien parado, gracias, en gran parte, a la lluvia: "No me he hecho mucho daño. Tengo algún moratón, pero como estaba mojado he deslizado y no tengo demasiadas rozaduras". En cualquier caso, a Vingegaard le han bastado dos etapas para hacerse con un maillot rojo que debería ser suyo el próximo 14 de septiembre. Este lunes se abre la semana con la disputa de la tercera etapa, entre San Maurizio Canavese y Ceres, de 134,6 km.