Quedan tres jornadas para que la Liga del Barça se acabe y las sensaciones cada vez son más frustrantes. Los blaugrana no dependen de ellos mismos para llevarse el título y necesitan al menos una derrota o dos empates del Real Madrid. El Barça no puede permitirse ningún pinchazo.
El rival en esta próxima gran final, la más complicada de las tres restantes, es el Villarreal. Los de Fran Escribá han empatado en el Bernabéu, han empatado en el Pizjuán y han ganado en el Calderón. Los tres grandes estadios de Primera División han sido territorio de pruebas para los castellonenses, sólo encajando un gol en las tres visitas, antes de visitar el Camp Nou. Y a recordar que la última visita al estadio de La Cerámica el Barça sólo sacó un empate a uno.
Un refrescado Barça
Desde la terrible derrota en el campo de la Juventus que el Barça ha vuelto a coger el ritmo. Exceptuando las intervenciones europeas, los blaugrana han ganado cuatro partidos: Real Sociedad, Real Madrid, Osasuna y Espanyol. Dieciséis goles en cuatro partidos y evidencias claras que nadie se quiere rendir en el vestuario.
Messi como líder, Neymar retornado de la sanción y Luis Suárez con más hambre que nunca. El Barça podrá disponer de su once de gala y también contará con la vuelta de Iniesta. El manchego se ha recuperado de las molestias y estará a disposición de un equipo que necesita mucho sus intervenciones.
El Villarreal busca la Champions
Las obligaciones del Villarreal también son muy grandes. Aspirando a luchar por la cuarta posición de la Liga y situarse en plaza Champions, no se puede descolgar de su lucha con la Sevilla porque por debajo también está exigido. Quintos clasificados, los castellonenses tienen la máxima competición europea a cinco puntos, pero también quedar en la séptima plaza y fuera del lugar directo en la Europa League a solo dos puntos.
Ganar o ganar, las opciones del Villarreal pasan por hacer un gran papel en el Camp Nou. La racha de tres victorias consecutivas y la gran solidez defensiva son sus cartas de presentación. Uno de los puntos fuertes de este equipo de Escribá es la poca concesión de goles. Segundo equipo menos goleado en España y amenaza sería para el Barça.
Los once de El Nacional
