En el Barça crece una sensación incómoda, casi dolorosa, pero cada día más real. Y es que Ronald Araujo podría haber jugado ya su último partido como jugador culé. El central uruguayo atraviesa un momento muy complicado a nivel mental, una etapa en la que la ansiedad y la falta de estabilidad emocional le han impedido competir con normalidad. En el club lo saben, lo ven y lo sufren, y empiezan a convencerse de que la mejor solución no pasa por retenerlo, sino por dejarlo marchar para que pueda empezar de cero lejos del foco, la presión y el peso que arrastra en el Camp Nou.
El vestuario entiende que Araujo no está bien
La realidad es que Araujo lleva semanas completamente apartado, sin aparecer en los planes de Hansi Flick y sin mostrar señales de mejora en un problema que va mucho más allá de lo físico. En el entorno del Barcelona todos coinciden con que el uruguayo no está bien, no disfruta, no se siente preparado y cada día acumula más presión sobre sus hombros. En el Barça sienten que forzarlo sería contraproducente, porque lo único que necesita es aire, distancia y tiempo. Algo que en can Barça, por la exigencia diaria, es casi imposible de conseguir.

De este modo, el club ha comenzado a asumir una idea que hace un año habría sido impensable: permitir su salida si así lo solicita. No se trata de castigo ni de decisión deportiva, sino de un acto de protección hacia un futbolista que ha sido un líder, un referente y un símbolo en la defensa, pero que ahora mismo no puede ejercer ese papel. El Barça cree que ayudarlo implica aceptar que quizá es momento de dejarlo marchar a otro club.
El club está dispuesto a facilitar su adiós
Y es que desde la dirección deportiva entienden que mantener esta situación indefinida no beneficia a nadie. El equipo necesita estabilidad y el jugador necesita un entorno nuevo donde volver a sentirse futbolista sin esa presión que aquí lo desborda. Por ello, en el Barça están dispuestos a facilitar cualquier salida que Araujo proponga, escuchando ofertas razonables y buscando que la operación deje cierto beneficio económico que permita reinvertir en la plantilla.
Así pues, en el club ya hablan internamente de que Araujo podría estar viviendo sus últimas semanas como jugador blaugrana. Nadie quiere que termine así, pero todos ven que seguir forzando una situación insostenible solo agravaría el problema. El ciclo parece agotado y la prioridad es proteger al futbolista. Si nada cambia, Araujo habrá jugado ya su último partido como culé y comenzará una nueva etapa lejos de Barcelona, intentando recuperar la tranquilidad y el fútbol que lo llevaron a ser uno de los centrales más admirados del mundo.