"Hemos abierto un procedimiento interno de investigación. Ahora, con los vídeos e imágenes del encuentro disputado entre Cádiz y Valencia, hay que ver y aclarar lo que sucedió en ese instante".

Así aseguraba este lunes Javier Tebas, el presidente de la Liga, la investigación abierta por la LFP para aclarar qué pasó el domingo en el Ramón de Carranza, cuando el defensa del Valencia Diakhaby abandonó el terreno de juego, acompañado por sus compañeros, tras recibir insultos racistas por parte de un jugador del Cádiz, que según el valencianista fue Cala. El futbolista del club gaditano, de hecho, ya ha anunciado que este martes dará una rueda de prensa para explicar su versión de los hechos.

Sale a la luz un audio con el presunto insulto racista a Diakhaby

Como era de esperar, mientras la investigación sigue su curso, los usuarios de Twitter y diferentes medios se han puesto a buscar pruebas por su cuenta hasta que la tarde de este lunes el medio TheSportsman, tal y como ha informado el diario valenciano Superdeporte, ha publicado un audio tan contundente como confuso. Se trata supuestamente de la retransmisión del partido por parte de la televisión inglesa. Justo cuando el narrador hace un silencio para seguir con la retransmisión se escucha "negro de mierda", la frase que Diakhaby asegura haber escuchado referente a él. Seguidamente se escucha "vas a llorar".

La duda es saber si se trata del momento en el que un jugador del Cádiz insulta presuntamente a Diakhaby o si un jugador del Valencia está recriminando la acción, ya que en el momento del audio en la imagen ya se ha iniciado la discusión entre los futbolistas. También hay quien cree que es un fake creado para generar confusión.

Por temas de derechos televisivos, los tuits que vinculan el extracto del vídeo están siendo borrados de Twitter, por lo que hemos optado por capturar solo el audio y ampliado el sonido.

Obviamente, ahora falta por identificar el presunto autor de la desagradable frase, un hecho que tendrá que llevar a cabo la Liga, que sigue analizando todo el  material audiovisual disponible de la acción para intentar esclarecer los hechos.

Sanción de entre 2 y 5 años sin jugar

Un día después de la polémica vivida en Cádiz, siguen las dudas sobre por qué los jugadores del Valencia decidieron volver al terreno de juego, con Diakhaby en el vestuario al estar tocado por todo lo que había sucedido, y con una amarilla por protestar los supuestos insultos. "El Club en ningún momento insta a sus jugadores a volver al césped. El árbitro traslada a los jugadores las potenciales consecuencias de no volver al terreno de juego. Los jugadores, forzados a jugar bajo amenaza de penalización después de los insultos racistas y la tarjeta amarilla a Diakhaby, deciden regresar al terreno de juego. Diakhaby ha pedido a sus compañeros volver a salir al terreno de juego y luchar. Sus compañeros han respetado su voluntad", explicó el Valencia.

Y es que sin pruebas en el momento de los hechos, sin testigos entre los jugadores y árbitros, con el reglamento actual al Valencia se le habría dado el partido por perdido y se le habrían descontado 3 puntos más. Ante esta situación, y en caliente, los jugadores decidieron seguir jugando, sobre todo porque su compañero afectado así se lo pidió.

Por otro lado, también ha surgido el debate sobre qué sanción le podría caer al jugador que presuntamente realizó el insulto racista, si se acaba demostrando que este se produjo. Tal y como explica en su Twitter Irene Aguilar, asesora jurídica especializada en derecho deportivo, habría que acudir "al artículo 72 del Código Disciplinario RFEF, que tipifica como infracción muy grave los "insultos que impliquen una vejación a una persona por razón de su origen racial o étnico". Esta infracción tiene un castigo tipificado: "Suspensión o privación de licencia federativa con carácter temporal por un periodo de dos a cinco años", además de una multa "de 18.001 a 90.000 euros".

 

Imagen principal: Diakhaby, del Valencia, abandonando el campo del Cádiz tras haber recibido supuestamente insultos racistas / EFE