El proyecto de Aston Martin se ha ido desinflando con el paso de las carreras. La afición se dejó llevar por la ilusión, por los datos de los tests previos al inicio de la temporada, por los resultados de los primeros Grandes Premios, por los dos segundos puestos que dejaron a Fernando Alonso con la miel en los labios, con el oro en la punta de los dedos. Todo eso se ha desvanecido en un abrir y cerrar de ojos. La escudería británica va de capa caída y Singapur era la última esperanza para seguir confiando. Las calles de Marina Bay, sin embargo, presenciaron el peor resultado de Alonso en toda la temporada.

Marina Bay, punto de inflexión para Aston Martin

La temporada empezó de la mejor manera posible. Parecía una fantasía: después de 20 años en la Fórmula 1, Fernando Alonso había recuperado su mejor versión. Los últimos años de su carrera profesional no habían sido nada fáciles, pero, por fin, volvía a estar al volante de un coche con potencial para hacer cosas importantes y, sobre todo, para tratar de ganar carreras. La 33 estaba más cerca que nunca, era uno de los pocos coches que había conseguido acercarse a los Red Bull y había intentado luchar de tú a tú con ellos. A pesar de ello, las cosas no han ido como tenían que ir. El resto de equipos, que arrancaron con un rendimiento cuestionable, los han adelantado por la derecha en cuestiones de evolución y el proyecto de Aston Martin se ha diluido y se ha quedado en, prácticamente, nada.

Fernado Alonso GTRES
Fernado Alonso después del GP de Singapur / Foto: GTRES

Todo iba sobre ruedas: seis podios en las ocho primeras carreras. Fernando Alonso era el tercer piloto en la clasificación del Mundial, un lugar privilegiado donde hacía años que no lo veíamos, y Aston Martin la segunda mejor fábrica solo por detrás de los imbatibles Red Bull. En Canadá, todo se empezó a torcer. El rendimiento del coche empezó a ser muy irregular, aunque había algún brote verde que invitaba a seguir confiando. Singapur los arrancó todos de raíz. Era un Gran Premio especial, un circuito de carga aerodinámica muy favorable al Aston Martin. Alonso, sin embargo, logró el peor resultado de la temporada: por primera vez en todo el año, no llegó a sumar puntos. ¿Qué pasa en Aston Martin?

Fernando Alonso, limitado por la falta de evolución

La respuesta es clara: Aston Martin es uno de los coches que menos ha evolucionado en todo el año. La fábrica británica inició un proceso de reconstrucción durante este pasado invierno. Llegaron muchas caras nuevas a Silverstone, donde está la base del equipo, y consiguieron plantarse en la primera carrera del año con el segundo mejor coche de la parrilla. Otras fábricas históricas, como Mercedes y Ferrari, dejaron mucho a desear en aquel inicio de curso. La diferencia, sin embargo, es que enseguida se pusieron en marcha para trabajar en la evolución de sus coches. En Ferrari, por ejemplo, aceleraron el proceso y, tras solo un mes, ya contaban con todo lo que Carlos Sainz y Charles Leclerc habían puesto a la lista de deseos. Mercedes tampoco tardó en cambiar radicalmente el concepto al que se habían aferrado para acercarse al del invencible Red Bull. Incluso McLaren está mostrando un rendimiento espectacular.

Carlos Sainz Europa Press
Carlos Sainz y la evolución de Ferrari lograron la victoria en el GP de Singapur / Foto: Europa Press

En Aston Martin, en cambio, las evoluciones han llegado tarde y mal. El mismo Alonso ha puesto el grito en el cielo en más de una ocasión al ver que su equipo es de los que menos aparece a la lista de modificaciones de cada Gran Premio. Desde Aston Martin piden paciencia. "Llevamos 18 meses en el mismo camino de desarrollo. Esas filosofías realmente no han cambiado. Todavía traemos piezas a la pista desde ahora hasta fin de año", aseguró Tom Mcullough, el responsable de rendimiento, después del GP de Singapur. Para él, el objetivo está claro: "El objetivo es intentar volver al segundo puesto en el campeonato de constructores, es un objetivo muy bravo, contra rivales realmente duros". Se tendrán que poner las pilas, porque Alonso no acabó la carrera nada contento: "Este coche es inconducible".