A medida que se fueron acercando los minutos finales del mercado de fichajes, mayores sorpresas saltaron. Es un hecho que se repite año tras año, y para no perder la costumbre, el último 1 de septiembre fue otra muestra de esto. Una de las especulaciones que más sorprendió fue el acuerdo entre el Barça y el Inter de Milán por la cesión de Jordi Alba, pero tampoco se quedan atrás las llegadas de Carlos Soler o de Fabián Ruiz al Paris Saint-Germain.

Luís Campos, en plena reconstrucción de la medular del PSG

Luís Campos, director deportivo del PSG desde que Nasser Al-Khelaïfi cesó a Mauricio Pochettino, quería hacer un lavado de cara de la medular. En este sentido, Leandro Paredes se marchó cedido con obligación de compra hacia la Juventus de Turín, ya que el nuevo técnico, Christophe Galtier, no contaba con él.

Luis Campos @RCCelta
Luís Campos, director deportivo del PSG / Foto: @RCCelta

Idrissa Gana Gueye también ha sido descartado por la nueva dirección deportiva parisina, apostando por dar entrada a nuevos fichajes que gustaban como es el caso de los dos internacionales españoles citados con anterioridad. Carlos Soler estaba llamado a salir del Valencia por los graves problemas económicos que atraviesa el club che, pero ante el colapso de las negociaciones con el Barça, acabó siendo el PSG quien acabó sellando su incorporación.

En el caso de Fabián Ruiz, era el Real Madrid quien había sopesado su reclutamiento. Era toda una oportunidad de mercado que Florentino Pérez quería aprovechar y vestir de blanco. Cuando todavía militaba en el Nápoles, era considerado uno de los centrocampistas con más talento de la Serie A y estaba en el mercado a precio de ganga. Fabián quería marcharse del conjunto napolitano y su contrato solo lo vinculaba con los azzurri hasta el verano de 2023. Por esta razón, el PSG se llevó a París a cambio de 23 millones a un futbolista valorado en 55 millones de euros.

Fabian Ruiz Napols EuropaPress
Fabián Ruiz, celebrando un gol con el Nápoles / Foto: Europa Press

Carlo Ancelotti rechazó el fichaje de Fabián Ruiz

Florentino lo veía como una oportunidad única y que no se podía desperdiciar. De hecho, el acuerdo con los italianos estaba cerrado por parte de Florentino, pero Ancelotti entendía que no hacía falta otro perfil como el de Fabián en la plantilla. El técnico de Reggiolo ya veía su plantilla lo bastante abastecida de interiores y quería a un jugador más de ida y vuelta y muy físico para el pivote.

Fabián es más bien un interior de una técnica refinada y, a pesar de tener una estatura imponente, Ancelotti no lo veía como pivote, que es donde necesitaba a un futbolista. Ya lo encontró en el pasado mes de junio con Aurélien Tchouaméni, decidiendo que no necesitaba más incorporaciones en medio del campo, aunque Florentino viera en Fabián un gran negocio.