La llegada de Nico Williams al FC Barcelona se perfila como uno de los grandes movimientos del mercado de verano. Salvo sorpresa, su fichaje será oficial la próxima semana, y tanto desde la directiva como en el entorno del vestuario, hay una gran expectación por su incorporación. El joven extremo del Athletic Club ha sido uno de los nombres más codiciados por los grandes clubes de Europa, y el Barça ha logrado adelantarse a todos para cerrar su llegada.

Sin embargo, aunque la ilusión es generalizada, no todo es optimismo en torno a su fichaje. Desde dentro del club, y más concretamente desde sectores cercanos al cuerpo técnico, ya han advertido a Hansi Flick: “no será tan fácil”. El técnico alemán tiene claro que Nico será una pieza importante en su proyecto, pero también sabe que no llega en su mejor momento.

Nico Williams Athletic Club Europa Press
Nico Williams Athletic Club Europa Press

Una temporada marcada por las lesiones

Nico Williams es, sin duda, uno de los extremos más prometedores de Europa. Su velocidad, desborde, capacidad para romper líneas y asistir a sus compañeros lo convierten en un jugador ideal para un equipo como el Barça. Pero su última temporada en Bilbao ha estado lejos de ser perfecta.

El menor de los hermanos Williams ha tenido una campaña irregular, en gran parte por problemas físicos recurrentes. Las lesiones han sido una constante, interrumpiendo su progresión y restándole continuidad en momentos clave. Aunque ha tenido actuaciones destacadas, no ha conseguido mantener una regularidad que le permita dar el salto definitivo.

En ese sentido, Flick ha sido avisado: tendrá que trabajar con paciencia y protegerle bien físicamente, si quiere sacar todo el rendimiento que se espera de él.

La presión del precio y el entorno

Otro factor que añade complejidad a la operación es la presión que conlleva su fichaje. El Barça pagará una cláusula cercana a los 60 millones de euros, una cifra que lo sitúa entre las operaciones más caras del club en los últimos años. Y con ese precio, llega también una exigencia inmediata de rendimiento, tanto desde la afición como desde los medios.

Flick es consciente de ello. En sus primeras reuniones con Deco y la dirección deportiva, ha dejado claro que Nico necesitará tiempo para adaptarse al sistema, a sus compañeros y al ritmo de un equipo como el Barça, muy distinto al del Athletic.

Además, se le ha alertado sobre la presión mediática y emocional que conlleva jugar en el Barça. A sus 22 años, Nico deberá dar un paso adelante en personalidad y madurez para soportar la intensidad del entorno culé.

Nico Williams celebra un gol amb l'Athletic Club / Foto: Europa Press
Nico Williams celebra un gol amb l'Athletic Club / Foto: Europa Press

Un perfil ideal para el nuevo Barça… si se gestiona bien

A nivel futbolístico, no hay muchas dudas de que Nico encaja perfectamente en el perfil que busca Flick: un extremo puro, vertical, que puede abrir el campo y ofrecer profundidad. Con Lamine Yamal en la derecha y Nico en la izquierda, el Barça tendría una de las parejas de extremos más jóvenes y desequilibrantes del continente.

Pero, para que ese plan funcione, Flick tendrá que hacer un trabajo específico con él, tanto en lo físico como en lo táctico y lo mental. Desde el club ya se preparan planes de carga y prevención de lesiones para ayudarle a alcanzar su máximo nivel.

El fichaje de Nico Williams es una apuesta ambiciosa, pero no exenta de riesgos. Flick ha sido advertido: no todo será tan fácil como parece. El potencial está ahí, pero para que florezca en el Barça, será necesario tiempo, gestión y paciencia. Si todo sale bien, el club puede tener a un extremo de primer nivel para muchos años. Pero el reto empieza ahora.