El Europeo sub 21 siempre ha sido una gran oportunidad para descubrir a jóvenes promesas que consiguen llamar la atención de grandes clubes, y en esta edición, la gran revelación está siendo Rodri Sánchez. Ha realizado actuaciones sublimes con la selección española, a la cual ha guiado hasta las semifinales, donde se verán las caras con la Ucrania de Mykhaylo Mudryk. Y pronto puede protagonizar un traspaso millonario a un conjunto ‘top’.
Porque el Betis comienza a asumir que no podrá contar en sus filas con el habilidoso atacante la próxima campaña, después de haberse colado en la agenda del Inter de Milán, del Arsenal o de la Juventus de Turín. Precisamente, el conjunto dirigido por Massimiliano Allegri es el que más interés ha mostrado por el extremeño, y pronto puede realizar una ofensiva para quitárselo a Manuel Pellegrini, que nunca ha acabado de consolidarlo como titular.
Si bien ha tenido continuidad y ha jugado muchos minutos, el curso anterior estuvo constantemente a la sombra de Juanmi, Sergio Canales y Nabil Fekir, y en este le ha tocado ser suplente habitual de Luiz Henrique y de Ayoze Pérez, después de que llegara en el mes de enero. Esto ha hecho que en el Benito Villamarín no consideren que sea imprescindible, y puedan acceder a negociar por una cifra inferior a lo que marca su cláusula de rescisión, que es de 40 millones de euros.
Concretamente, 25 ‘kilos’ serían suficientes para que los hispalenses abrieran las puertas a Rodri, y es una cantidad que la ‘Vecchia Signora’ parece estar dispuesta a desembolsar por una de las nuevas sensaciones del futbol nacional. Puede cambiar La Liga Santander por la Serie A, tal y como en su momento hizo Fabián Ruiz, hace un lustro, para recalar en el SSC Napoli, el cual dejó el verano anterior para unirse al Paris Saint-Germain.
El Betis necesita el dinero, y antes que desprenderse de Borja Iglesias o de Luiz Felipe, prefieren que sea el ex del Atlético de Madrid quien diga adiós.
Rodri, un talento que el Barça no supo apreciar
Poca gente sabe que Rodri se formó en La Masía, aunque solamente estuvo un año en las categorías inferiores del Barça. Lo descubrieron cuando militaba en la cantera del RCD Espanyol, y lo ficharon en edad cadete, pero acabó saliendo 12 meses más tarde para probar suerte en el Deportivo de la Coruña.
En el Camp Nou consideraron que no tenía el potencial necesario, y en 2016 acabó llegando al Betis.