Jueves Santo es sinónimo de procesiones y pasiones, y en el caso de Verges (Baix Empordà) de la Dansa de la Mort. Este año más de 5.000 personas se han desplazado a la localidad para presenciar esta danza, una de las representaciones más clásicas que se celebran en Catalunya durante la Semana Santa.
La Danza de la Muerte es un baile representado por cinco esqueletos colocados en forma de cruz que bailan al ritmo de un tambor. Los orígenes se remontan a la edad media cuando la peste afectaba en muchas poblaciones catalanas. Para combatirla surgieron muchas danzas y rituales, entre ellas la de Verges.
Antes de la Danza se hace la Pasión de Cristo, una representación a cargo de los vecinos del pueblo donde se escenifica la vida de Jesús y sobre todo sus últimos momentos en la cruz. La Pasión da paso a la procesión propiamente dicha. A partir de medianoche, las calles de Verges se transforman en la Vía Dolorosa, y se representa el recorrido que hace Jesús hasta la montaña del Calvari.
La Danza
Se conforma de cinco esqueletos; dos adultos y tres niños. Uno de los grandes danza con una daga, símbolo de la muerte, y el otro con una bandera que lleva la inscripción a latín de 'Nemini Parco', que significa, 'No perdono a nadie'.
Les acompañan a tres niños; dos llevan unos platillos con ceniza, para hacer referencia a lo que espera a todos los humanos al final de su vida: 'eres polvo y en polvo te convertirás'. El tercer niño enseña un reloj sin brocas, para representar que el tiempo es breve.
A los esqueletos les acompañan cuatro figuras más, vestidas con túnicas, que cargan las antorchas. El conjunto lo completa otro esqueleto que lleva un estandarte donde hay dibujadas dos tibias con la frase 'Lo temps es breu'.
Todo el pueblo implicado
Los habitantes de Verges son los encargados del éxito de todos los actos de la Semana Santa, casi todos (unos 1.200) se implican. Durante tres años el cantautor Lluís Llach dirigió la representación de la Pasión. El año 2012 dejó la dirección después de haber introducido varios cambios.