No debe ser nada fácil representar una obra en un escenario circular, al aire libre y rodeado de árboles, pero a la compañía de teatro Parking Shakespeare parece que no les para ningún reto. Hasta el 30 de julio presentan una adaptación de Ricard III en el Parc de l’Estació del Nord de Barcelona.

Sumando las muertes

Ricard III es una de las tragedias más representadas de Shakespeare. Narra cómo el hijo de los Duques de York, al que se le describe como una persona mal formada, se convierte en un asesino para poder ocupar el trono que pertenece a su hermano, el rey Eduardo IV. Adrià Diaz encarna el papel de Ricard III con una precisión en los gestos y en la expresión de la ira y de la frustración impecables. Ahora bien, en esta obra aparecen casi treinta personajes y la compañía solo se sirve de diez actores y actrices. Eso significa que muchos de ellos hacen más uno y dos papeles, algo admirable porque en cuestión de pocos segundos hacen un cambio de chip muy drástico. Por ejemplo, José Pedro Garcia Balada, en escenas consecutivas, pasa de ser el Duque de Buckingham, que muestra una actitud infantil e inocente, a ser Lord Stanley, un tartamudo que provoca cierto escalofrío, pero hace mucha gracia.

Realmente, la hora y media que dura la obra te la pasas riendo. Todos los personajes son una parodia muy acertada de su papel. Además, el atrezo está muy bien resuelto porque utilizan recursos que fomentan esta actitud satírica. Un claro ejemplo es el uso de pelotas de baloncesto para simular todos los decapitados que manda Ricardo III. Incluso llevan un marcador para ir sumando los muertos, como si fuera un equipo de fútbol marcando goles, y toda la grada lo celebrara con fuertes carcajadas. Sin embargo, no se olvida de que es una obra de Shakespeare y el texto sigue siendo en verso, aunque se narre con un catalán digno de la Eli y la Yeni de la serie de TV3 Vinagre. Con traducción de Joan Sellent.

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La compañía Parking Shakepeare representa a Ricard III en el Parque de la Estació del Nord hasta el 30 de julio / Foto: Archivo Parking Shakespeare

La diferencia es la excelencia

El texto ha sido adaptado por Carla Torres, con el fin de tratar el bullying que sufren algunos en escuelas e institutos, y para revisar conceptos como belleza, fealdad, normativo y no normativo; dos temas íntimamente ligados. Se puede captar esta idea desde la primera escena de la obra, donde vemos a Ricard III en medio del escenario y todos los compañeros insultándolo por su físico. Una escena que, desgraciadamente, es familiar para mucha gente del público. Ahora bien, la idea de desarrollar este tema se disuelve a medida que avanza la historia, donde se encadena asesinato tras asesinato.

Por suerte, la obra cuenta con el personaje del bufón, representado por Marco Sanfilippo, que nos va recordando el destino de la obra. Al principio, hace un discurso que advierte las probabilidades que alguien se vuelva una persona malvada cuando no ha sido amada durante su infancia. Pero el monólogo más intenso es el que hace al final a modo de conclusión, en lo que nos alecciona diciendo: "la diferencia es la excelencia".

Todas las representaciones tienen lugar cada día a las 19 horas, excepto el martes y miércoles. La entrada es gratuita y más vale ir con tiempo (y con un cojín para el culo) porque se llena deprisa. Una vez acaba la función, se abre la posibilidad de dejar la voluntad, como dicen en ellos, en forma de billetes, dentro de una funda de guitarra, para hacerlo todo más romántico. Ei, y nadie se puede escapar porque también tienen datáfono. Bromas aparte, se nota que es una obra hecha con amor por el oficio.