La Associació Catalana de Sociologia, filial del Institut d'Estudis Catalans, ha presentado el anuario Societat Catalana 2014-2015. Este documento se centra, básicamente, en estudiar las consecuencias de la crisis y la evolución del proceso soberanista. Uno de los elementos más destacados es que la asociación de sociología alerta sobre el incremento de las desigualdades sociales y sobre el fuerte impacto social de los recortes.

Nueve artículos

Societat Catalana 2014-2015 está integrado por nueve artículos elaborados por destacados sociólogos. En el ámbito del proceso soberanista, la publicación recoge textos sobre la movilización social, sobre el poder económico, y sobre la posible salida política a la inestabilidad. En el aspecto económico hay artículos sobre la calidad del trabajo, las clases sociales, las migraciones y el trabajo del tercer sector. Finalmente, el Anuario dedica un apartado a la educación, con sendos artículos sobre la LOMCE y la educación en las Islas.

El proceso es liderado por las clases medias y sólo puede triunfar con el apoyo de las clases trabajadoras

Los catalanes deciden

Marta Rovira i Martínez valora las movilizaciones por el derecho a decidir como una muestra de dinámica social sin precedentes, pero apunta que a pesar de sus dimensiones, tienen problemas para canalizar soluciones políticas, a causa de la falta de “estructuras de oportunidades”. Elisenda Paluzie analiza cómo el poder económico reacciona frente al proceso; asegura que éste es liderado por las clases medias, y que sólo puede triunfar con el apoyo de las clases trabajadoras, ya que la alta burguesía se inclina por el unionismo para evitar la incertidumbre. Jordi Sauret intenta averiguar el perfil político de los catalanes, y llega a la conclusión que aunque la opción independentista no está claro que llegue al 50% de los votos, los soberanistas forman el único grupo capaz de cohesionarse en torno a una propuesta política viable.

La crisis ha puesto al descubierto que no se avanza hacia una sociedad de clases medias

La crisis que ha venido para quedarse

Marina Subirats hace un estudio sobre las clases sociales en Catalunya, remarcando que la crisis ha puesto al descubierto que no se avanza hacia una sociedad de clases medias y eso ha generado tensiones que han cristalizado en nuevas formas políticas, todavía poco definidas. Carlos Obeso analiza el mercado laboral y documenta el aumento de las posibilidades de perder el trabajo y el incremento de la temporalidad y del trabajo a tiempo parcial. Pau Serracant estudia la migración de personas jóvenes, y estima que es más grave de lo que se acepta desde las instituciones, y además constata que hay sectores de jóvenes que ni siquiera tienen la posibilidad de marcharse y que son los que están en peores condiciones. Pau Vidal estudia el papel del tercer sector en tiempo de crisis y constata que el incremento de la reivindicación política ha ido asociado a un crecimiento de la solidaridad.

La educación en duda

Xavier Bonal y Aina Tarabini analizan los efectos en Catalunya de la LOMCE, a la que califican de proyecto de modernización conservadora, porque tiende a relegar los más desfavorecidos a una escuela pública con pocos medios y a difundir modelos sociales conservadores. El caso de las Baleares es estudiado por Jordi Vallespir y Pere Carrió, que concluyen que las políticas educativas del Partido Popular en el archipiélago no sólo pretendían aniquilar la lengua catalana, sino que también querían implantar una escuela acrítica y marginar los centros públicos.