Los pediatras y los psicólogos están de acuerdo en recomendar a los adultos que no sobrecarguen a los niños de regalos en estas fechas. Afirman que el exceso de regalos sobreestimula a los niños y, además, reduce su capacidad de enfrentarse a la frustración. Los expertos insisten en este hecho porque es habitual que, en estas fechas, los adultos sobrecarguen a los niños de regalos.

Una de las consecuencias del exceso de regalos es la apatía: los niños pierden las ilusiones por un exceso de estímulos positivos, según afirma Gonzalo Oliván, jefe de Pediatría y Adolescencia del Instituto Aragonés de Servicios Sociales. Explica que cuando los niños reciben pocos regalos los disfrutan mucho, pero que cuando tienen demasiados pierden la capacidad de disfrutar plenamente de cada uno de ellos: "La emoción se dispersa, hasta desaparecer".El médico advierte que, en estos casos son frecuentes las rabietas, del estilo: "Yo eso no lo quería" o "No me han llevado lo que había pedido".

Los expertos recomiendan discutir con el niño la lista de los regalos que quiere. Y, después, coordinar a los adultos de la familia y a los amigos para limitar el número de regalos. Luzdivina García Morales, de 'Top Doctores', asegura que los niños que han obtenido todo lo que quieren se convierten en adultos eternamente insatisfecho, porque no han aprendido que hay un límite en la satisfacción de sus deseos.

Los expertos aseguran que a veces las expectativas de los padres son mayores a las de los propios niños. Los adultos se sienten felices haciendo grandes regalos a los niños, pero según García Morales ,esto es un error: "Nos tenemos que sacar la idea errónea que en la cantidad o en el precio hay la felicidad de los niños". La clave estaría en ayudar al niño a decidirse por alguna cosa en concreto y fomentar su ilusión por este producto.