Hay que tenerlos cuadrados. Y ya me disculparán que empiece con una expresión tan soez y machirula, pero imaginen un pueblucho del sur de los Estados Unidos a finales de los años 40, uno de esos con rancheros de cuello enrojecido, donde en las tiendas no le atienden a uno si lleva el pelo “demasiado largo” y si eres negro te mandan al fondo del autobús. Uno de esos lugares en donde maman de una especie de botijo con la inscripción ‘XXX’, recogen zarigüeyas atropelladas para la cena y asisten a iglesias anunciadoras del “fin de los tiempos”. Un maldito lugar donde a la primera de cambio se sacan la escopeta para zanjar cualquier disputa familiar, como cambiar el canal de la tele. Pues bien, imaginen ahora que alguien tiene la desgracia de llegar allí al mundo, y encima, pese a que se siente niña, viene equipado con picha de serie, y ese alguien tiene el valor de presentarse a su fiesta de graduación maquillada y vestida como la reina de Babilonia, para pasmo de todos los testosterónicos jugadores del equipo de fútbol del instituto. Esa persona, dicho de forma más refinada, por necesidad ha de poseer una geometría genital (testicular, ovárica o de género fluido) cuadrilátera que le confiera una valentía muy fuera de lo común.

Jayne County es hoy una venerable anciana que ha dejado de auto-follarse con un consolador de dos cabezas en un coño falso sobre los escenarios

Portada de 'Man Enough To Be En Woman'. Foto Colectivo Bruxista
Portada de Man Enough To Be a Woman / Foto Colectivo Bruxista

“Una de las cosas que me daba el valor y el ímpetu para hacer este tipo de cosas era la música. Me había hecho muy fan de los grupos británicos, que era algo que se consideraba un poco extravagante, un poco raro. […] hay que tener en cuenta que en el sur se veía a los Beatles como algo muy, muy extremo”, cuenta nuestra protagonista de hoy. Aunque este articulista no tiene el placer de oírle en persona, ya que Jayne County es hoy una venerable anciana que difícilmente concede entrevistas, ya no suele auto-follarse con un consolador de dos cabezas en un coño de falso sobre los escenarios, ha cambiado el Nueva York del ‘glitter rock’ y el Londres del punk por una casita en su pueblo, y sustituido los pies de micro con los que hostiaba a los machirulos en los conciertos por pinces por pinceles con los que pinta cuadros de trazo naif.

Con quien sí tengo el placer de citarme es con el editor, mi buen amigo Alejandro Alvarfer, miembro de Colectivo Bruxista (junto a Adela Domínguez y Alejandro Saralegui), para relajar la mandíbula bebiendo y charlando sobre Man Enough To Be A Woman, el libro de memorias de Jayne County que vio la luz en nuestro país hace unos meses, mientras vemos el Sporting de Gijón – Burgos en un bar anteriormente gallego del barcelonés barrio del Guinardó. Comienza el partido.

Jayne County es famosa por haber participado en la Revuelta de Stonewall, protagonizar obras de teatro de Andy Warhol, ser la silenciada musa de David Bowie...

Wayne (Jayne antes de transicionar) County and the Electric Chairs
Wayne (Jayne antes de transicionar) County and the Electric Chairs

“El descubrimiento del libro en su versión original se lo debemos a Ibon Errazkin (uno de los artífices del ‘Donosti Sound’ como guitarrista de Aventuras de Kirlian y Le Mans), el traductor, a quien conocimos a través de Javi Bayo, DJ y coleccionista de sonidos negros de cuya opinión nos fiamos mucho, y a quien le pareció que Man Enough To Be A Woman encajaba totalmente en nuestro catálogo. Ibon tiene mucha experiencia, y más en literatura musical, y nos dijo que le apetecía hacer el trabajo a cuatro manos junto con Tito Pintado (abanderado del ‘Xixón Sound’ al frente de Penelope Trip), también un traductor muy solvente. Nos pareció fantástico y la verdad es que han hecho una fantástica labor trasladando con naturalidad al castellano el registro oral del libro y las canciones de Jayne Coun…. ¡¡¡¡PENALTI!!!!” Un futbolista rojiblanco (no conozco a la mayoría de jugadores del Sporting) ha centrado desde el costado diestro para que remate otro fulano desde el área, pero el rival (aun menos conozco a los del Burgos) le ha tirado vilmente al suelo agarrándole del hombro, y el árbitro pita un justo penalti…

Jayne County es (relativamente) famosa por haber participado en la Revuelta de Stonewall, el catalizador del movimiento pro-derechos LGBT en Estados Unidos, protagonizar obras de teatro de Andy Warhol, ser la silenciada musa de David Bowie, la primera voz principal transgénero del rock y del punk, y por haber sido DJ en el mítico Max’s Kansas City, la sala habitual de The Velvet Underground. Siendo Colectivo Bruxista una editorial ‘mod’ y sixties, ¿por q… ¡¡EH!!, ¡¿QUÉ C**O ESTÁ PASANDO?! —le pregunto finalmente a Alejandro, pues parece que el VAR finalmente ha anulado el penalti.

County hizo méritos musicales de sobra para hacerse un hueco entre las grandes estrellas, como Bowie, Lou Red, T. Rex, New York Dolls...

County el año 1971
County el año 1971

“¡¡J***R!! Maldito VAR… Habrá que esperar a cantar gol… ¿Qué me preguntabas?” Que por qué decidisteis incluir Man Enough To Be A Woman en vuestro catálogo. “Ah, el libro, especialmente en la primera parte, muestra la conexión de la cultura queer con todas las manifestaciones contraculturales de los 60s, también con la cultura mod. Por ejemplo, las Supremes, los trajes coloristas, la canción de los Barbarians “Are You a Boy or Are You a Girl?” o ‘No Milk Today’, de los Herman’s Hermits, fueron adoptadas como himnos gay. La música ocupó un lugar central, bien como escapatoria a la rígida moral, especialmente en el sur de los Estados Unidos, bien como medio de expresión de una personalidad siempre polémica y escandalizadora. Nos interesa todo lo que se mueva en los márgenes. Todo que la cultura oficial excluye. ¿Pido dos birras más?”

Sí, por favor. Sin embargo, aunque la cultura juvenil en general y el pop en particular fueron el cobijo de todos “los raritos de clase” en los 60, el rock’n’roll ha sido también un terreno de juego esencialmente ‘machirulo’ y ‘heterazo’—rebato. “Tienes toda la razón. La cultura pop era liberadora, pero la industria musical conservadora. County hizo méritos musicales de sobra para hacerse un hueco entre las grandes estrellas, como David Bowie, Lou Red, T. Rex, New York Dolls… sin embargo, creo que no llegó a tener un éxito masivo debido a que llevó demasiado lejos algo que en los demás solo era una pose temporal: ser transgénero.”

La discográfica de Bowie, MainMan, le procuró a County una jaula dorada, le puso un apartamento y le iba dando mucho dinero, pero el tiempo pasaba y la grabación del disco no llegaba

Hablando de David Bowie, ¿qué hay de cierto en eso de que copió a Jayne County? “County conoció a Bowie cuando ella viajó a Londres por primera vez durante la gira de Pork, la obra teatro de Andy Warhol en la que actuaba. A partir de entonces, según su versión, Bowie le copió el estilo. La discográfica de Bowie, MainMan, le procuró a County una jaula dorada, le puso un apartamento y le iba dando mucho dinero, pero el tiempo pasaba y la grabación del disco no llegaba. Bowie no quería que le hiciesen sombra como ‘rarito del pop’. O al menos así lo cuenta ella, que también deja verde a otros mitos, como Patty Smith o Ray Davies, aunque nunca critica con rencor, sino de una forma tierna y muy divertida. Mientras baja a los mitos de los pedestales, en cambio, destaca a figuras que quedaron en el underground, como Jackie Curtis. Lo mismo que nos gusta a hacer desde Colectivo Bruxista”. Y justo lo que intentamos en Criatures Ocultes, esta humilde sección de Revers de ElNacional.cat.

El tipo se puso a insultarla y a llamarle 'maricón' desde el público, mientras Jayne County actuaba con su grupo sobre el escenario del CBGB

Voy a por otra ronda. Mientras, puedes ir pensando en cuál de las muchas anécdotas jocosas que cuenta County en su libro es tu favorita. “Es una que ya conocía, el incidente con Handsome Dick Manitoba, el cantante de la banda The Dictators. El tipo se puso a insultarle y a gritarle «maricón» desde el público, mientras Jayne County (por entonces Wayne County, antes de transicionar) actuaba con su grupo sobre el escenario del CBGB. Hasta que se hartó y le infló a hostias con el pie de micro. La prensa de la época la tomó con ella diciendo cosas como que ‘una travesti histérica le había pegado una paliza a un rockero’. Es solo uno de los muchos incidentes que muestran que la vida de County estuvo llena de violencia hacia ella, pero en el libro lo cuenta todo de una forma muy tierna y divertida. Lo mismo que hizo con su música: una mezcla de provocación y ternura.”

Llevo ya unos párrafos sin comentar el partido. No me lo tengan en cuenta, pero la vida de Jayne County me parece mucho más interesante. Diría que dominó el Sporting, pero el Burgos también tubo ocasiones. Al final, terminó 0-0. Por nuestra parte, Alejandro y un servidor subimos unas cuantas cervezas más al marcador. Carles Armengol, escritor superventas defendiendo la camiseta bruxista, se sumó a la fiesta. No les contaré cómo acabó la noche, básicamente porque una concatenación de lagunas mentales me lo impiden. En cualquier caso, milagrosamente, la tote bag de la editorial con la estilosa imagen de Anjelica Huston impresa que contenía Man Enough To Be A Woman llegó a casa intacta. Dudo mucho que este articulista, aunque su vida contase con una millonésima parte de las jugosas anécdotas que trufaron la de Jayne County, llegue nunca a poder escribir unas memorias. De modo que, como recomienda Debbie Harry en la faja que envuelve el libro: “Lean este libro. ¡Viviendo se aprende, idiotas!”.