Ha estallado la polémica porque el Teatre Lliure, en la obra Àngels a Amèrica del autor norteamericano Tony Kushner, ignora el hecho de que uno de los personajes, Belize, es un afroamericano militante contra el racismo, y es encarnado por un actor blanco y no por un negro. En el original, era relevante que Belize fuera negro, porque cuidaba de enfermos con sida, un trabajo que nadie más quería hacer y que quedaba reservado para los afroamericanos. El Colectivo de Actores y Actrices Negras de Catalunya se ha movilizado y ha hecho pública una carta abierta, en formato vídeo, donde se acusa en el Lliure de invisibilizarlos. Acusan a la dirección del teatro y del montaje de "falta de responsabilidad ética", y denuncian que sólo son contratados para papeles que, ya en principio, están reservados para negros, mientras que se los excluye a menudo de los papeles generales del reparto alegando que no se especifica que el personaje es negro. Además, se alega que se priva de referentes a las nuevas generaciones de negros a catalanes, que no encuentran referentes con que identificarse. En realidad, algunos críticos ya habían acusado a Kushner de no reflejar la diversidad étnica norteamericana y de exotizar el personaje de Belize.

David Selvas, director de la obra, ha alegado que la Kompanyia Lliure no dispone de ningún actor negro, que pudiera ocupar el papel. El colectivo de actores se reunió con Selvas y la directora en funciones del Lliure, Aurora Rosales, pero no hubo salida. Los actores acusan al Lliure de no representar la diversidad de la sociedad catalana, que en la actualidad está formada por gente de diferentes razas y con diferentes rasgos faciales.