Hace unas semanas, Sohn publicaba un comunicado en su cuenta de Instagram donde anunciaba la cancelación de su gira por el Reino Unido -excepto en Londres- por no poder afrontar económicamente un tour en ciudades donde no había vendido suficientes entradas. El artista británico explicaba que el riesgo de ofrecer un concierto en estas condiciones es muy elevado, casi imposible, para obtener un retorno económico. Esta situación se ha agravado con el parón de conciertos durante la pandemia, en la que el público que antes era más fiel a los directos ya no sale tanto.

Desde hace semanas, los nombres de bandas y artistas que han anunciado la cancelación de sus giras no hace más que multiplicarse: desde Animal Collective hasta Santigold, pasando por Arlo Parks, Hazel English o Yard Act, entre muchos otros. El incremento de entre un 30% y un 50% de los billetes de avión, sumado a la subida de precios de la gasolina y la inflación del euro deja a los artistas con un margen tan reducido de beneficios -si es que llegan a tener- que no los deja otra opción que cancelar las giras.

El incremento de entre un 30% y un 50% de los billetes de avión, sumado a la subida de precios de la gasolina y la inflación del euro deja a los artistas con un margen tan reducido de beneficios que no les deja otra opción que cancelar las giras

Sin beneficios

Precisamente, la anulación precipitada de conciertos durante el estado crítico de la pandemia ha forzado a promotores y artistas a reprogramar todas las fechas posibles para volver a sonar en la esfera pública. "Los costes de mover un equipo grande de gente y cubrir el transporte, alojamiento, dietas y a menudo también alquiler de salas son altísimos, y los beneficios salen directamente de las entradas vendidas", afirma Meri Lane, cofundadora, mánager y booker del sello catalán Luup Records. "Si a eso le sumas la inflación, llega un momento que los artistas no ven la recuperación de la inversión antes de salir de casa. En muchos casos, los beneficios no salen hasta casi colgar el cartel de sold out y si no se venden entradas, claramente no salen los números", añade, como fue el caso de Sohn.

Los beneficios no salen hasta casi colgar un cartel de sold out y si no se venden entradas, claramente no salen los números

SOHN Viquipedia
El bruitànic Sohn es uno de los artistas que ha anunicat la cancelación de sus giras / Foto: Viquipedia

La pandemia ha sido una de las grandes impulsoras de estas consecuencias. Aunque siempre ha sido difícil vender entradas, explica Lane, las restricciones de la COVID han hecho que "la gente no haga planes a largo plazo o que mucha gente haya dejado de salir más a menudo". Además, la crisis económica en la cual estamos viviendo "tiene un impacto directo en la cultura", añade. Pero la cosa no va sólo de dinero, sino de la oferta concentrada en grandes festivales de verano que hacen que la gente apueste por gastárselo todo de una sola vez y no tanto en las salas locales. La indecisión hasta el último momento, habiendo gastado tanto en verano en estos grandes acontecimiento, asusta a los promotores. "¡No sabes qué hacer para poder vender entradas, cosa que hace que gastemos más en publicidad en redes sociales o sistemas que antes no necesitábamos tanto y que se reduzcan los márgenes", explica Dani Cantó, responsable del sello Snap! Clap! Club!.

La oferta concentrada en grandes festivales de verano hacen que la gente apueste por gastárselo todo de una sola vez y no tanto en las salas locales

El riesgo, después de la pandemia, es más alto que nunca para salas, artistas y promotores. "Nos hemos malacostumbrado a los sold out con los aforos de la pandemia", añade Cantó, momento en que había aforo reducido y el público que había podido conservar el trabajo daba apoyo a la música asistiendo a conciertos. ¿Endeudarse después de las pérdidas económicas que ha supuesto el COVID? Ni hablar: "Antes las giras no traían un gran beneficio para los artistas, pero se hacían porque acostumbran a ser el peaje a pagar para actuar en los grandes festivales después de una gira exitosa de salas", observa Lane.

Antes las giras no traían un gran beneficio para los artistas, pero se hacían porque acostumbran a ser el peaje a pagar para actuar en los grandes festivales después de una gira exitosa de salas

Los otros afectados

Cancelar una gira no sólo afecta a los artistas en sí, sino a todo el equipo que trabaja: desde técnicos de sonido a fotógrafos, salas y teloneros, entre muchos otros implicados. Este último caso es el de Marina Herlop, artista catalana que tenía que abrir los conciertos de la gira europea de Animal Collective. Rota la posibilidad de hacerse conocidos en otros países, muchos artistas se ven obligados a rehacer caminos que ya habían labrado. ¿Cuál es el caso de los artistas nacionales que quieren tocar en otras ciudades del país? "Tocar en tu ciudad es fácil, conoces las salas y tu círculo de amigos y conocidos puede venir, pero el misterio son las giras nacionales", apunta a Cantó, que admite que si bien es más sencillo para artistas que tienen su proyecto individual, para las bandas se hace casi imposible hacer una gira en otras ciudades por tener que cubrir demasiados costes.

Cancelar una gira no sólo afecta a los artistas en sí, sino en todo el equipo que trabaja: desde técnicos de sonido en fotógrafos, salas y teloneros

Concierto marina herlop sergi Alcàzar
Marina Herlop ha sido una de las afectadas por la cancelación de la gira europea de Animal Collective / Foto: Sergi Alcàzar

Las giras parecen ser negocio sólo para las grandes estrellas mundiales, que ven en cuestión de minutos o días cómo se agotan las entradas de sus conciertos, pero no para el resto de artistas, ya sean pequeños o grandes. Los precios de las entradas, con la inflación y la poca sostenibilidad económica de las salas, también suben, y como resultado, el público más joven o con menos poder adquisitivo deja también comprarlas. El encarecimiento del precio en las barras de las salas tampoco ayuda.

Las giras parecen ser negocio sólo para las grandes estrellas mundiales, que ven en cuestión de minutos o días como se agotan las entradas de sus conciertos, pero no para el resto de artistas

La salud mental, el segundo factor en juego

La incertidumbre económica va ligada siempre al miedo personal. Al no saber si un tour, la fuente económica básica que un artista puede esperar después del lanzamiento de su proyecto, será viable, es muy difícil mentalmente afrontarlo. Una gira mundial que comporta estar en una ciudad o país diferentes cada uno o dos días genera muchísimo estrés y reduce las ganas y la inspiración artística para ofrecer un concierto. Es el caso de Arlo Parks o Santigold. Esta última explicaba en su comunicado que no sólo ha cancelado su gira por motivos económicos, sino por sufrir ansiedad, insomnio y dolor crónico, entre otros motivos, y lamenta que la industria musical se haya vuelto tan insostenible y desinteresada en la salud de los artistas. Es el pez que se muerde la cola: sin una estabilidad económica, la mental es casi imposible de conseguir.

Santigold explicaba en su comunicado que no sólo ha cancelado su gira por motivos económicos, sino por sufrir ansiedad, insomnio y dolor crónico

Volver a los números de antes del COVID es difícil, pero la industria espera recuperarse:
"En vez de que los artistas vengan a tocar a tu ciudad, tendrás que ser tú como fan, quién viaje para verlos a la suya", comenta Lane como opción. ¿Los conciertos se convertirán en un acontecimiento de lujo? Ni las bandas ni los promotores saben exactamente cómo evolucionará esta situación dentro de la crisis económica. Sin un panorama cultural fuerte es más difícil que surjan nuevas promesas y que los artistas puedan vivir de su música.