Es inevitable, cuando te dedicas a la docencia, replantearte constantemente la efectividad de tu trabajo. Es inevitable siempre que no hayas pasado impasible al par de ojos de treinta jóvenes que a veces te miran como si hablaras Suajili. Es un trabajo bonito por lo que tiene de vivo y por lo que tiene de exigente. Que lo son mucho, de exigentes, los adolescentes. Y hay veces que los proyectos no salen como querrías y piensas que no aprenderán nada, que se aburrirán, que odiarán la materia, la literatura y también a ti que no has sabido más. Eso, en los peores momentos. Otros no, otros todo va rodado, voces que se enganchan y saldrías del centro haciendo la conga. A lo largo de la ESO tienes la libertad de adaptar el currículum de la manera que creas que pueden aprender mejor. Acaban obteniendo el título a partir de un sistema de evaluación que, en parte, decide el equipo docente y que conoce la situación concreta de cada alumno.

Acaban obteniendo el título a partir de un sistema de evaluación que, en parte, decide el equipo docente y que conoce la situación concreta de cada alumno

Después, algunos, estudian bachillerato para acceder a la universidad. Este momento, todos lo sabemos, con la perspectiva del tiempo deja de ser tan trascendental como les parece ahora. Entrar o no por unas décimas y que parezca que te juegas la felicidad futura, cuando en el fondo, caminos hay muchos y a veces se acaban encontrando. Ahora mismo, mis alumnos de segundo de bachillerato tienen aquellos nervios brutales de examinarse de más ocho materias en tres días. De salir de la segunda segura del aula y los profesoresqueyasabemoscómopuntuan.

Entrar o no por unas décimas y que parezca que te juegas la felicidad futura, cuando en el fondo, caminos hay muchos y a veces se acaban encontrando

Yo los preparo para la materia común de Lengua y literatura Catalanas. El examen hace años que es parecido (algunos quizás lo recordáis y los más jóvenes lo podéis recuperar en el portal Selecat). Consta de un fragmento de texto con unas preguntas de comprensión lectora. También hay una parte de fonética, sintaxis y dos lecturas canónicas con preguntas de veridad-falso o de respuesta corta y que tienen la función de comprobar si se han leído o no los libros. Se busca el máximo de objetividad a la hora de corregirlos, pero es cierto que una cosa bonita que entiendes con la literatura es que justamente no va de cierto o falso, va del matiz. Una última parte de las preguntas está relacionada con el uso de la lengua: conjugar verbos y derivar adjetivos y nombres a partir de palabras que se les dan. De lomo, deslomarse; de veneno, envenenamiento; de ronquera, ronca. Muchas veces me dicen que no han oído decir nunca estas palabras (hace muy poco me sorprendió que el noventa por ciento de la clase no supiera qué quería decir la expresión "quedar per a vestir sants"). También hay una actividad de expresión escrita en que se las valora la madurez sintáctica y la competencia discursiva. Una de las cosas que les hace sufrir más del examen es el descuento ilimitado de una décima por cada falta de ortografía.

Se busca el máximo de objetividad a la hora de corregirlos, pero es cierto que una cosa bonita que entiendes con la literatura es que justamente no va de cierto o falso, va del matiz

No es un mal examen para evaluar sus capacidades en catalán. No sé en absoluto cómo lo diseñaría yo y entiendo la dificultad infinita en hacerlo (se ve que el próximo curso cambiará el modelo de examen, pero todavía noy hay nadie que sepa demasido sobre ello). Pero ahora que ya hace bastantes años que doy clase a este curso, sí que pienso que es un examen que, más que la preparación y el estudio, valora un bagaje lingüístico, una experiencia y unos aprendizajes que dependen de lo que haces en el aula, pero también en buena medida de lo que tienen fuera. Del capital cultural, que decía Pierre Bourdieu. De familias catalanohablantes, de leer más o menos (de tener libros en casa, del hecho de que los libros tengan un valor), de cómo se expresa el entorno en que viven. Es una cuestión relacionada, finalmente, con la clase social y con unas facilidades que no dependen del alumno. En una entrevista televisada de 1991, algunas reflexiones de la cual traducía catorze.cat, el sociólogo francés decía que "de nuestra familia heredamos no sólo los medios materiales, sino los instrumentos de conocimiento, de expresión, de saber hacer, de saber, técnicos, de maneras de trabajar. Cosas que han sido transmitidas por la familia inconscientemente y que contribuyen enormemente al éxito académico. Tanto es así que los sistemas escolares los exigen a menudo sin ofrecerlos".

Es una cuestión relacionada, finalmente, con la clase social y con unas facilidades que no dependen del alumno

Eso no tiene que ver sólo con los exámenes de Selectividad, demasiado a menudo tiene que ver con toda la escolarización y condiciona si salen adelante o si fracasan. La institución escolar tiene que encontrar la manera de borrar estas diferencias o, al menos, facilitarlo a los que tienen peores cartas. Y eso muchas veces quiere decir dejar atrás toda una manera arraigadísima de enseñar y evaluar. Planteaos, por ejemplo, qué valoraríais si fuerais docentes e hicierais escribir un relato breve a vuestros alumnos. En base a qué aspectos lo calificaríais mejor o peor (después, volvéis a leer lo que decía Bourdieu e intentáis imaginar qué alumnos lo harán mejor y por qué).

La institución escolar tiene que encontrar la manera de borrar estas diferencias o, al menos, facilitarlo a los que tienen peores cartas

Es un trabajo precioso, eh. Pero complejo. Y el martes empiezan las PAU. No me canso de decirles que, una vez pasados estos exámenes, lo que los falta por vivir es lo mejor. Que lo recuerden.