Objetos de deseo. Surrealismo y diseño, 1924-2020 aterriza en el CaixaForum Barcelona para construir una relación entre el famoso movimiento artístico de Vanguardia y el diseño durante los últimos cien años. La muestra quiere presentar una serie de piezas y objetos creados por artistas surrealistas o influenciados por uno de los movimientos que más ha influenciado en el imaginario popular. El surrealismo fue capaz de alterar los objetos cotidianos para trasladarlos al mundo de los sueños rompiendo con el puritanismo del diseño racionalista donde la forma quedaba siempre ligada a la función. Así y todo, la muestra consigue trazar puentes entre el diseño racional y dogmático del Racionalismo de la Bauhaus y las teorías de André Bresson. La muestra ha sido comisariada por Mate Kries, director del Vitra Design Museum, institución coorganizadora la exposición y por donde|dónde pasó antes de llegar a Barcelona. Las colaboraciones entre "la Caja" y el museo alemán no son nada nueve, el año 2015 se pudo ver una exposición sobre el arquitecto finlandés Alvar Aalto al CaixaForum Barcelona. Objetos de deseo. Surrealismo y diseño, 1924-2020 se podrá visitar en Barcelona hasta el 7 de enero antes que se traslade a Madrid, Sevilla y Palma.

El director del Vitra Design Museum y comisario de la exposición, Mateo Kries, y la directora general adjunta de la Fundación Bancaria "la Caja", Elisa Durán, durante la presentación en CaixaForum Barcelona de l'exposició/CaixaForum Barcelona

La exposición recoge piezas de diseño, pinturas, películas y fotografías proveniente de todo el mundo de artistas, arquitectos y diseñadores como Marcel Duchamp, René Magritte, Shiro Kuramata, Man Ray, Giorgio de Chirico, Salvador Dalí o Joan Miró entre otros. El espacio expositivo se divide en cuatro grandes ámbitos temáticos para ilustrar este diálogo constante entre el Surrealismo y el diseño. Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación Bancaria "la Caja" ha querido destacar tres piezas de la exposición: Busto de mujer devorado por hormigas de Dalí, el Helió creado el año 1923 por Joan Miró y las piezas de Giorgio de Chirico. La misma museografía de la muestra te transporta a un mundo onírico desde una parte central que da paso a las diferentes salas: una dedicada a la relación entre el Surrealismo y el diseño, la segunda se adentra en la idea del objeto como metáfora, la tercera en el mundo del erotismo y la última al pensamiento salvaje.

Kries ha querido valorar la idea original de la exposición, mostrar la influencia del Surrealismo en el diseño. Una influencia que va más allá de aquello que los mismos artistas surrealistas crearon y que se alarga hasta hoy día. Los surrealistas fueron capaces de cambiar el significado de los objetos cotidianos y seducir a los diseñadores para que aplicaran sus ideas en sus productos útiles para el día a día. Un ejemplo de eso es el sofá de labios creado por Dalí que fue reinterpretado por el estudio de diseño turinés Studio 66 y por Òscar Tusquets al principio de los años 70. La frontera entre el arte y el diseño se desdibuja para demostrar que los objetos industriales pueden llegar a incluir aspectos de la irracionalidad de la psique humana igual que lo hicieron los surrealistas. "Una silla tiene que tener una función, pero no necesariamente la de sentarse", reflexionaba Dalí.

Los inicios del Surrealismo, sueños de modernidad

La primera sala de la exposición se inicia con el Manifiesto Surrealista escrito el año 1924 por André Breton. Los años 20 y los 50 representan el inicio del Surrealismo influenciado por las postrimerías del siglo XIX. Un ejemplo de eso son los conocidos ready-made de Marcel Ducham que aparecieron incluso antes que el manifiesto fundacional del Surrealismo. La idea de Duchamp fue clara: elevar los objetos cotidianos al mundo del arte. El Diccionario abreviado del Surrealismo, publicado el año 1938 por Breton y Paul Élaurd ya ilustró un nuevo mundo con un nuevo sistema de significantes. Desde los años 20 la influencia del movimiento artístico en el diseño fue incuestionable trasladándose incluso al mundo de la arquitectura.

Detalle de la sala dedicada a los inicios del Surrealismo y su huella en el diseño de mobiliario y la arquitectura/CaixaForum Barcelona

Los nuevos significantes, imagen y arquetipo

El Surrealismo quiso poner cuestión el significado de los objetos, ejemplo de eso son las obras de René Magritte. "Eso es un queso", sentencia ante la pintura de un trozo de queso. Los nuevos significantes presentados por el surrealismo juegan con la utilidad de los objetos de diseño, la mesa| que alude a la célebre bicicleta de Duchamp diseñada el año 1993 por Gae Aulenti hace que poder sea un poco difícil organizar una cena de amigos. Mucho del mobiliario creado por el renombre diseño radical italà tiene proporciones absurdas y formas fantasiosas, inspiradas directamente en la obra surrealista. El homenaje a Magritte creado por el diseñador chileno Roberto Matta nombrado MAgriTTA es una silla de peluche donde si te sientas te hundes.

Sala dedicada a los nuevos significantes surrealistas y su influencia en el mundo del diseño/CaixaForum Barcelona

Surrealismo y erotismo

El erotismo la sexualidad y la relación entre los géneros tuvo un papel crucial en el Surrealismo y en los artistas y diseñadores que se dejaron influenciar por|para el movimiento. La cara de Mae West creada por Dalí es el claro ejemplo de la conexión entre Surrealismo y erotismo. Algunos artistas como Man Ray o la andrógina Claude Cuhun pusieron en entredicho los roles de género en sus retratos. El erotismo estuvo ligado también a la moda, Dalí y la diseñadora Elsa Schiaparelli colaboraron juntos en indumentarias estrafalarias como el Traje esqueleto el año 1938 o el Traje langosta de 1937.

Ejemplos de la influencia del erotismo surrealista al diseño de moda/CaixaForum Barcelona

El pensamiento salvaje

La última parte de la exposición se dedica a lo que el etnólogo Claude Lévi-Strauss denominaba "pensamiento salvaje", es decir, el interés por aquello arcaico, la casualidad y el irracional. En este sentido, los surrealistas se inspiraron a menudo en los objetos etnográficos del arte africano, el arte de Oceanía y de los nativos americanos e incorporaron técnicas que querían abrir las puertas al inconsciente y el azar: como hizo Max Ernst con sus frottage; o como las prácticas de la escritura automática y las asociaciones libres. Man Ray fotografía la cabeza de una modelo al lado de una máscara africana en una de sus imágenes más emblemáticas llamada Negra y blanca.

Dan Tobin Smith, En Matter of Perpective [Una cuestión de perspectiva], publicado en Wallpaper*, nº. 69, junio de 2004, montaje de Lyndsay Milne McLeod © Dan Tobin Smith.