La familia de Baldiri Soler, alcalde de Sils durante la Guerra Civil, podrá recuperar un reloj de bolsillo y una cadena que le fueron confiscados por los nazis. La consellera de Justicia, Esther Capella entregará a Geneviève Picart, nieta de Soler, los dos objetos, que forman parte de la exposición #StolenMemory, que se puede visitar en el Museu Memòria del Exili (MUME) hasta el 14 de febrero.

Baldiri Soler fue elegido concejal del PSUC en el Ayuntamiento de Sils en 1938 -en plena Guerra Civil- y un mes después fue nombrado alcalde. Así y todo, Soler fue detenido por la Gestapo y fue deportado en el campo nazi de Neuengamme, en el norte de Alemania. El 2 de mayo de 1945 fue liberado y se instaló en el Voló (Catalunya Norte).

Su nieta de Soler, Geneviève Picart, ha decidido dar los dos objetos al MUME a fin de que formen parte de la exposición permanente del museo una vez acabe la muestra d'#StolenMemory.

Cadena propiedad de Baldiri Soler, exalcalde de Sils /ACNLa cadena propiedad de Baldiri Soler que será devuelta a la familia, que la dará al MUME / ACN

#StolenMemory


En esta exposición temporal hay una cincuentena de objetos confiscados por los nazis a una veintena de deportados catalanes y españoles. Hay fotografías, joyas, relojes, llaves u objetos personales. Estos forman parte de los 3.000 objetos custodiados por los Archivos Arolsen, un centro que recoge los objetos que cogieron las tropas nazis. Ahora, organizan exposiciones a diferentes países con el fin de difundir algunos de los objetos custodiados y encontrar a las familias para poder devolverles el material.

El centro Arolsen tenía constancia que el reloj y la cadena pertenecían a Baldiri Soler, pero desconocía la existencia de familiares vivos. Arran de la exposición, el historiador Jordi Pons y la archivista de Cassà de la Selva, Dolors Grau, estiraron del hilo y pudieron encontrar a dos nietas, que viven cerca de París.

Los Archivos Arolsen devolvieron hace unos meses a las respectivas familias los objetos de los deportados catalanes Francesc Anguila, Ernest Bauló y Pepita Maranges. Actualmente, el centro Arolsen custodiaba objetos de una treintena de catalanes y españoles deportados en campos de concentración nazis. La investigación de sus familiares continúa todavía hoy.

Prisionero número 30.204

Baldiri Soler nació en Cassà de la Selva (Gironès) en 1901, pero se trasladó a Sils (Selva) en 1937 para trabajar como jefe de estación. Era miembro del sindicato UGT y en abril de 1938 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Sils por el PSUC, en plena Guerra Civil. Un mes después fue nombrado alcalde del municipio.

Dejó el cargo un año después, en 1939, para ir a luchar al frente. Posteriormente se marchó al exilio con su mujer y su hija de diez años. Estuvo internado en Argelers y Agde. La mujer y su hija, sin embargo, fueron enviadas hacia los departamentos más alejados de la frontera española. La mujer murió y posteriormente devolvieron a la hija en Cassà de la Selva, donde la cuidaron algunos familiares.

Dos años después, Soler fue detenido por la Gestapo por colaboración con la resistencia. Fue deportado en el campo nazi de Neuengamme, en el norte de Alemania, donde estuvo el prisionero número 30.204. Fue liberado el 2 de mayo de 1945. Una vez liberado, se instaló en Voló y se pudo reunir con su hija. No se quiso inscribir en el consulado español franquista y el año 1975 consiguió la nacionalidad francesa. Murió el año 1981 en el Hospital de Perpinyà.

Imagen principal, reloj de bolsillo que los nazis cogieron al exalcalde de Sils durante la Guerra Civil y que ahora está expuesta en el Museu Memòria del Exili (MUME) / ACN