El novelista y poeta Milan Kundera ha muerto este miércoles a los 94 años en Francia, según ha informado la emisora pública Radio Praga. Desde 1985 no concedía entrevistas, y simplemente se limitaba a contestar preguntas por escrito. El autor checo, pero con nacionalidad francesa, consiguió que en 2020 le otorgaran el premio Franz Kafka. El dramaturgo y poeta, que desde los años 80 escribía en francés, consiguió fama mundial en la segunda mitad del siglo XX con obras como La insoportable levedad del ser, La broma y El festín de la insignificancia.

El escritor nació el 1 de abril de 1929 en Brno, en el sudeste de la República Checa. Siguió los pasos de su padre, pianista y rector de JAMU. Originalmente, estudió composición musical, pero posteriormente estudió cine y se centró en la literatura, que también enseñó en las aulas. En la década de 1960, empezó su carrera literaria y expresó su admiración por las ideas comunistas en su obra. Represaliado por el régimen comunista en Checoslovaquia, se exilió a Francia en 1975, donde vivía con su mujer Vera. El año 1981 obtuvo la nacionalidad francesa en 1981. De hecho, perdió la ciudadanía checa en 1979 y no le fue restablecida hasta el 2019.

Reconocimiento a la obra de Kundera

La primera obra de Milan Kundera fue La Broma, una sátira del comunismo estalinista, que ha sido traducida a 21 idiomas y con la cual en 1968 recibió el premio de la Unión de Escritores Checoslovacos. Kundera la definía como una novela de amor. La obra trata de una broma en un mundo que ha perdido el sentido del humor, estando encuadrada la comedia privada en el gran espectáculo de la política. La vida está en otra parte fue galardonada con el premio Médicis a la mejor novela extranjera publicada en Francia. En esta obra, cada capítulo está narrado de manera diferente: algunos con narración continua, una narración onírica, y otra polifónica.​

El año 1981 Kundera recibió el premio Commonwealth Award, otorgado por Estados Unidos, al conjunto de su obra. El mismo año, con la publicación de La Risa y el olvido, recuperó la nacionalidad checoslovaca. En 1984 publicó La insoportable levedad del ser, la que se considera su obra maestra. El libro narra la fragilidad del destino de una persona, destacando cómo la vida de una persona no tiene importancia dentro del eterno retorno de Nietzsche, puesto que, en un universo infinito, todo se repite una y otra vez. Por otro lado, la novela es considerada como un referente a la hora de intentar comprender la disidencia vivida en Europa del Este durante la Guerra Fría. La obra fue llevada al cine por el director estadounidense Philip Kaufman en 1988.