La Noguera Ribagorçana, que hace frontera entre Catalunya y Aragón, al cruzar el Montsec, da paso a un gran desfiladero. Es el único de los grandes desfiladeros catalanes que no está ocupado por ninguna carretera ni vía de ferrocarril, ni ha sido explotado por empresas hidroeléctricas. Es, pues, un paraje natural difícil de encontrar en nuestro entorno. Se ha catalogado como paraje natural y como refugio de fauna salvaje. Es un espacio muy espectacular: en algunos puntos las paredes alcanzan los 500 metros de alto. En otros lugares el río ha cortado la piedra como un cuchillo, y el desfiladero sólo tiene 20 metros de ancho. Además de hacer la ruta a pie, se puede recorrer el desfiladero con kayak.

Itinerario a pie por el desfiladero de Mont-Rebei. Fotografía: Oropéndola Clavera. Aralleida.

Una excursión impresionante

El Congost de Mont-Rebei ofrece un paisaje natural espectacular. El camino, excavado en la roca, pasa por medio del acantilado, y ofrece unas vistas magníficas sobre el río. Todo está muy bien adaptado para viajes en familia: los caminos están alisados, hay puentes espectaculares, se han indicado los itinerarios... Eso sí, por sus características esta ruta no es adecuada para gente que sufre de vértigo. Y como buena parte de la ruta transcurre entre acantilados, en zonas con pocas sombras, es recomendable llevar gorras y ponerse crema solar.

Kayaks en el Congost de Mont-Rebei. Arthur F. Selbach. Aralleida.

Una naturaleza especial

En el Congost de Mont-Rebei hay un ecosistema muy peculiar; por lo tanto, no se puede hacer fuego, no se pueden recoger plantas, animales ni minerales y los perros se deben llevar atados. Por eso podemos encontrar algunas grandes aves de rapiña típicas de las zonas de acantilados: el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), el alimoche (Neophron pernopterus), el buitre (Gyps fulvus), el águila dorada (Aquila chrysaetos), el halcón peregrino (Acuño peregrinus)... En la zona también hay mamíferos acuáticos, como las nutrias o las martas, pero son extremadamente difíciles de ver. Entre los mamíferos no acuáticos de la zona, se debe destacar al gato salvaje. También hay numerosos reptiles y anfibios, como víboras y tritones pirenaicos. Entre la vegetación predominan los robles, las encinas y las hayas, pero hay endemismos pirenaicos, como la oreja del oso (Ramonda myconi), una planta de flores lilas que crece en las rendijas de las rocas en las zonas de montaña, y la corona de rey (Saxifraga longifolia), una planta de flores blancas que también aparece en las zonas rocosas.

La Pertusa, en el Congost de Mont-Rebei. Fotografía: Aralleida.

Como llegar

Para acceder al Congost de Mont-Rebei lo mejor es hacerlo por El Pont de Montanyana, en la Franja, en la provincia de Huesca. Se puede llegar a El Pont de Montanyana pasando por Tremp, o entrando por Aragón, por la carretera N-230 y pasando por Benabarri. En transporte público podemos llegar con el autocar de línea Barcelona - Vielha. Y si tenemos un todo-terreno, podemos llegar a la zona desde Àger, por una pista forestal. Desde El Pont de la Montanyana hasta el Congost hay tan sólo 7 km por un camino perfectamente indicado. En la entrada del Congost, en la Masieta, encontraréis un parking y un punto de información y agrotienda, donde podréis documentaros sobre el mejor itinerario a seguir, y comprar miel, ratafía y hierbas aromáticas de la zona.

Excursiones por el Congost de Mont-Rebei. Fotografía: Oriol Clavera. Aralleida.

Varias rutas a pie

La ruta más sencilla y más típica es salir del parking de la Masieta y cruzar el Congost, para volver por la misma ruta; son cuatro horas de ida y vuelta, sin mucha dificultad. Es recomendable salir temprano para poder comer en El Pont de Montanyana. Se pasará por las partes más estrechas y más espectaculares del desfiladero. Pero hay diferentes variantes que permiten alargar la ruta: llegar al mirador de Altamiris, pasar por la umbría y por el barranco de La Maçana, o incluso ir de Alsamora a Altamiris por la Obaga Gran, una ruta que supera las seis horas y que es recomendable hacer en un día entero. Y también se puede visitar la entrada de la Cova Colomera, o Cova de les Gralles, un gran espacio subterráneo que hace las delicias de los espeleólogos, y también de los arqueólogos: durante la Edad del Bronce se usó como establo por un grupo que se dedicaba prioritariamente a la caza y a la recolección.

Con kayak

Hay empresas que ofrecen el descenso por el desfiladero con kayak. Aquellos que dominen este tipo de navegación pueden alquilar un kayak, por un día o más; el resto pueden optar por un itinerario con guía. Esta parte de la Noguera Ribagorça es bastante segura, y si se va con monitores se puede hacer el recorrido incluso con niños pequeños. Se ofrecen diferentes opciones: ida con kayak y vuelta a pie, ida con kayak y vuelta en barca neumática (los kayaks se devuelven a la base en furgoneta)... E incluso, para los menos atrevidos, está la posibilidad de hacer sólo la ruta en barca neumática, desde Corçà.

Por el desfiladero de Mont-Rebei en kayak. Fotografía: Oriol Clavera. Aralleida.

Intendencia complicada

El Congost de Mont-Rebei no se encuentra a una zona con mucho turismo. La oferta de restaurantes y alojamientos es reducida: tenemos que planear bien dónde comer. Una opción fácil es comer en El Pont de Montanyana. Una buena opción es el restaurante Condes de Ribagorza, donde ofrecen cocina casera, en buenas cantidades, que es justamente aquello que se necesita después de la caminata o de la navegación en kayak. El mismo Condes de Ribagorza funciona como hostal, sencillo y económico. La otra opción es dormir o comer en el hostal Isidro, también en El Pont de Montanyana. Otra opción es alojarse en Cellers, al pie del estany de Terradets, en el Hotel Terradets, con piscina y vistas al lago. Si vamos en todoterreno es recomendable detenerse a comer en la Casa Xalets de Àger.

Otras actividades en el Pallars Jussà

El Pallars Jussà tiene muchos atractivos para el visitante. En esta temporada del año, una de las actividades más interesantes es ir a escuchar la berrea del ciervo. En septiembre y principios de octubre los ciervos machos se aparean; de madrugada los machos llaman a las hembras y, con frecuencia, se disputan entre ellos. En el Pallars también se pueden observar los osos de la zona, aunque resulta difícil encontrarlos. Y los aficionados a la mineralogía pueden visitar la mina abandonada Eureka, la única mina de uranio de España.

 

Imagen de portada: Desfiladero de Monte-Re-bei. Fotografía: Arthur F. Selbach. Aralleida.