Barcelona, 20 de enero de 1401. El Consell de Cent de Barcelona —el gobierno municipal de la ciudad— autorizaba la creación de una taula de canvi y depósitos que tenía que estimular, proteger y regular la actividad mercantil en el puerto de Barcelona. Catalunya vivía inmersa en una profunda crisis social, económica —e incluso política— a causa de los efectos de la peste negra (1348) y de los brotes posteriores (en el transcurso de la segunda mitad del siglo XIV), que habían diezmado la población, la producción y los recursos y que habían culminado con la explosión de violencia de los pogromos de 1391: el fin de las juderías catalanas. En aquel contexto de dramática retracción, las autoridades municipales de Barcelona dieron un paso adelante y anticipándose a todas las grandes plazas mercantiles de Europa, crearon la Taula de Canvi.

Atlas catalán. Abraham Cresques (1375. Font Viquipedia

Atlas catalán. Abraham Cresques (1375) / Fuente: Wikipedia

¿Cómo era Catalunya el año 1401?

La Catalunya de principios de la centuria de 1400 estaba sensiblemente menos poblada y sustancialmente era más pobre que la de medio siglo antes. Se estima que la peste negra (1348) mató entre un 25% y un 33% de la población del país y redujo la producción agraria (la base alimenticia de la sociedad) en un 50%. Los cálculos de población de la época indican que Catalunya pasó de unos 400.000 habitantes la víspera del primer contagio de peste negra, a poco más de 300.000 a principios de la centuria de 1400. Y esta tendencia se mantendría hasta marcar mínimos históricos en el umbral de 1500: 224.000 habitantes. La Catalunya de 1401 era un país básicamente rural, como lo había sido desde el inicio de su historia (siglo VIII), pero el campo catalán presentaba un aspecto desarreglado, y su producción era pasto de acaparadores y especuladores.

Grabado de Barcelona (siglo XVI). Font Viquipedia

Grabado de Barcelona (siglo XVI) / Fuente: Wikipedia

¿Cómo era Barcelona el año 1401?

El escenario social y económico de Barcelona no difería demasiado del paisaje general del país. Barcelona, la gran capital mercantil del Mediterráneo occidental, se estima que había pasado de 50.000 habitantes cuando el primer barco genovés apestado tocó el puerto (1348), a poco más de 28.000 a principios de la centuria de 1400. Pero, sorprendentemente, no había perdido competitividad, porque aquel gran episodio pestilente había sido muy generalizado, y las grandes rivales de la capital catalana (Nápoles, Florencia, Génova, Marsella, Valencia) estaban sufriendo los efectos de la crisis con tanto o más rigor que Barcelona. No obstante, es importante destacar que, en aquel especial contexto, el paisaje económico de Barcelona estaba dominado por las prácticas especulativas e, incluso, delictivas. Y el paisaje social, de por sí muy desigual, había degenerado hasta ser una auténtica selva.

Las causas de la crisis

Las causas de la crisis serían las que explicarían la iniciativa de creación de la Taula de Canvi. La peste negra, medio siglo antes, no había hecho más que mostrar los intestinos de un sistema social, político y económico —el feudal— que, entonces, ya estaba podrido. En Catalunya ya se había producido un serio aviso quince años antes: el espacio de tiempo que en el contexto medieval se considera que equivale a una generación. El año 1333, que las fuentes y las crónicas llaman "lo mal any primer", empezó una trágica serie de malas añadas —causadas tanto por sequías como por aguaceros— que estropearon considerablemente los aparatos de producción y de distribución de alimentos. Cuando la peste negra se propagó por Catalunya, la población había tocado su máximo histórico, pero los recursos (el sistema) habían tocado techo hacía una generación.

Representación de la Peste Negra. Font Viquipedia

Representación de la Peste Negra / Fuente: Wikipedia

Los efectos de la crisis

Cuando la peste negra se propagó por Catalunya, tanto en el primer brote como en los brotes sucesivos, encontró una población infralimentada, desarticulada y sin cultura higienista, que difícilmente se podía defender contra un virus desconocido. Con este paisaje, el mensaje apocalíptico que difundieron ciertos elementos del estamento eclesiástico, triunfó plenamente. Tan simple como que los judíos eran los culpables de aquella tragedia porque no querían asumir la "verdadera" fe cristiana. Y tan complejo como que era un arma arrojadiza proyectada por la pinza formada por los estamentos eclesiástico y aristocrático contra la cancillería real y sus tradicionales aliados: la burguesía mercantil, en buena parte alimentada por las comunidades judías catalanas. Los pogromos de 1391 son la máxima expresión de aquel conflicto, y los judíos catalanes, los principales damnificados.

La iniciativa barcelonesa

Las prácticas acaparadoras y especulativas de algunos elementos habían desacreditado enormemente el conjunto del estamento mercantil. La desconfianza salvaba por todas partes, y afectaba tanto al comercio interno como al externo. Pues, había que poner orden; y eso sería lo que explicaría la iniciativa del Consell de Cent —gobernado por el estamento mercantil urbano— y la posterior creación de la Taula de Canvi. El año 1402, meses después de su creación, ya operaba en la sala de contrataciones de la Llotja de Mar, el gran centro de negocios que proyectaba Barcelona y Catalunya en el exterior. Lo hacía desde un tablero que fue oportunamente tapizado con las armas de la ciudad. Y su primer tauler —que equivale a decir "administrador"— fue el comerciante barcelonés Guillem Colom i Saplana, que algunas investigaciones sitúan como antepasado directo de Cristóbal Colón.

Representación de la Hagadà. Comunidad judía catalana. Siglo XIV. Font CCCB

Representación de la Hagadá. Comunidad judía catalana. Siglo XIV / Fuente: CCCB

¿Cuál era la misión de la Taula de Canvi?

La Taula de Canvi tenía la misión de financiar proyectos comerciales de envergadura que, por las circunstancias del momento, no tenían ni encontraban los recursos dinerarios necesarios. Pero también tenía la capacidad de regular la actividad mercantil y financiera en la Llotja. Por ejemplo, cuando detectaban que un banquero había incurrido en prácticas especulativas o delictivas, que habían puesto en riesgo o que habían provocado la quiebra de un negocio, le rompían el mostrador a golpes de maza. Además de entregarlo a la justicia. Esta escena, que tenía un fuerte carga de imagen y de simbolismo, debió sorprender a los mercaderes procedentes de la península italiana que lo presenciaban porque ellos fueron los que popularizaron por todo el Mediterráneo la expresión "bancarrota", referido al desmenuzamiento del mostrador del banquero corrupto.

¿Qué impulsó la Taula de Canvi?

La Taula de Canvi impulsó el enderezamiento de la actividad mercantil. Pero sobre todo representó el fin de las prácticas especulativas y de los delincuentes con túnica de seda. La clase mercantil forjada a la Llotja y regulada por la Taula de Canvi recuperaría rápidamente prestigio y poder; y tan solo una década más tarde conseguiría situar a su candidato en el trono catalano-aragonés. El año 1412, cuando se celebra el Compromiso de Caspe para dirimir quién se sentará en el sitial real de Barcelona: Fernando de Trastámara era el candidato de las poderosas clases mercantiles de las Llotges y de las Taules de Barcelona y de Valencia (1407). Ya a finales de la centuria del 1400, serían aquellas poderosas clases mercantiles las que financiarían el primer (1492) y segundo (1493) viaje de Colón. Se puede decir que la empresa americana es uno de los principales legados de las Taules de Valencia y Barcelona.