Paradójicamente, uno de los máximos beneficiarios del Manga Barcelona, el gran salón del cómic de estilo japonés que se celebra desde hace 25 años en la capital catalana, es la industria textil china. En el salón hay decenas de estands dedicados en venta de merchandising diverso, entre el que los productos textiles triunfan. Y evidentemente, la parte del león de estos textiles llegan de China.
Algunos de los materiales son merchandising de las diferentes series d'anime que se emiten por televisión: predominan las camisetas, pero también hay gorras, sudaderas, jerséis, chaquetas, chándales... Incluso se encuentra algún tanga y algunos calzoncillos, para los más fans. Y hay centenar de curiosos calcetines, con dibujos de lo más diverso.
Aparte de eso, abundan disfraces para imitar a los personajes más populares del manga. Además de los kimonos naranjas estilo Son Goku, lo que más triunfan son los disfraces de colegiala, con minifaldas atrevidas y grandes escotes (o incluso los vestidos de Caperucita sexi). Muy por detrás hay los disfraces de los típicos superhéroes: Superman, Batman, el Capitán América... E incluso hay todo tipo de disfraces de monstruos. Y no faltan las curiosas gorras que llevan los personajes de las diversas series.
En el Manga Barcelona también se puede comprar ropa tradicional japonesa. Hay todo tipo de kimonos y de batas japonesas, para hombres y para mujeres.
Y también triunfan los pijamas de cuerpo entero (kigurumis): de animales, como jirafas, rinocerontes, cocodrilos pandas o conejos); de monstruos, como unicornios o caballos alados; o incluso de personajes de ficción como Pikachu. Lo peor es que la gente no se limita a comprar estos pijamas en el Manga Barcelona. Algunos llegan vestidos al salón con ellos y se pasean por allí como si nada.