Este año el 23 de abril cae en martes, al día siguiente del lunes de Pascua, en pleno retorno de vacaciones de Semana Santa y en la recta final de la campaña electoral. El Gremio de Libreros de Catalunya, que ha presentado hoy sus previsiones para el Día del Libro, no espera, a pesar de todo, que decaiga ni la participación ni las ventas. Este año el Banco de Sabadell y Òmnium Cultural se han implicado a fondo en apoyar la organización del Sant Jordi, la gran festividad cultural catalana.

El calendario: ¿bendición o maldición?

Algunos editores lamentan la coincidencia de fechas. Pero Mari Carme Ferrer, presidenta del Gremio de Libreros, ha querido definir este Sant Jordi, simplemente, como un "Sant Jordi especial". Espera que la campaña de del Día del Libro sea igual de buena que otros años a nivel de ventas, pero que se alargue toda la Semana Santa y por lo tanto "se adelante", especialmente en los pueblos y localidades turísticos. "El libro que se tiene que regalar se compra antes", ha explicado. Los libreros que quieran podrán abrir el lunes de Pascua, pero el Viernes Santos sólo estarán abiertos los de las localidades de costa. Ferrer ha explicado que se han preparado actividades previas al Sant Jordi a nivel local en muchas localidades, como en Vic, en que el día de Ramos, el 13 de abril, ya tendrán una actividad del Día del Libro. A pesar de todo, confía en que los amantes de los libros vuelvan a salir a pasear por las calles el mismo 23 de abril. Con todo eso espera que sea "un buen Sant Jordi", en que se venda "como el año pasado o crezca entre el 1 y el 2%". Patrici Tixis, presidente de la Cámara del Libro, apunta que este será un "Sant Jordi muy repartido" y que si se piensa "más allá de Barcelona", no habrá efectos negativos de la coincidencia de fechas.

El problema de las aglomeraciones

La preocupación de los libreros no es tanto que la gente no salga a la calle, como garantizar que la muchísima gente que salga a la calle lo haga con la máxima comodidad. El Gremio ha explicado que, con acuerdos con el Ayuntamiento de Barcelona, continúan las medidas para esponjar la fiesta en la capital catalana, para evitar problemas de seguridad o de colapso. La idea es seguir extendiendo la fiesta por toda la ciudad, especialmente pensando en facilitar la circulación a los que más dificultades tienen para moverse, como los viejos, las familias con niños o los discapacitados. Por eso en la zona de Rambla de Catalunya, donde más visitantes se acumulan, se ampliará el número de calles cortadas al tráfico. Aquí no se piensa tanto en ampliar el número de puestos, como en aumentar la separación entre estos para facilitar el paso de peatones y que estos puedan ver los libros.

Sant Jordi en los barrios

Como en años anteriores el Ayuntamiento promueve que se hagan actividades en los diferentes barrios, a fin de que la gente pueda celebrar la fiesta sin desplazarse al centro. Estas iniciativas han tenido mucho de éxito en las últimas ediciones y se han pensado en ampliarlas en muchas zonas. Pero, sin duda, uno de los puntos centrales de la fiesta estará en el Passeig Sant Joan, que de año en año amplía el espacio disponible. Este año estará ocupado con puestos desde Diagonal hasta el Arco de Triunfo, principalmente con establecimientos dedicados a literatura juvenil e infantil y al cómic. En este paseo no sólo habrá un aumento del espacio disponible, sino también un incremento de puestos, porque la literatura infantil y juvenil está en plena eclosión. Se espera que sea uno de los géneros más vendidos en este Día del Libro, junto con la novela policíaca, el libro feminista y el libro político. Se espera que, como en años anteriores, alrededor de dos tercios vendidos sean editados en catalán (a diferencia de lo que pasa el resto del año, en el que las ventas en catalán suelen rondar en torno a un tercio de los títulos).

Disputas con los partidos

Desde el Gremio de Libreros se teme que, como en años anteriores, los partidos y entidades políticas ocupen buena parte de los mejores espacios públicos, y esperan que eso se complique especialmente por la coincidencia con la campaña electoral. En cualquier caso, recuerdan que Sant Jordi es el Día del Libro, pero también el de Rosa y el Patrón de Catalunya, un día en que todo el mundo puede salir. Pero a pesar de todo reclaman que se les dé prioridad porque los libreros fueron los primeros que reclamaron los espacios del centro de la ciudad.

Hacia la internacionalización

Continúa la apuesta por la internacionalización de la fiesta. Cada año el Día del Libro y la Rosa se celebra en más lugares del mundo. Pero en 2019 se espera que esta fiesta llegue de forma muy potente a la capital argentina. Barcelona es invitada a la Feria del Libro de Buenos Aires de este año, y desde esta feria ya se ha anunciado que se querría extender la fiesta a esta ciudad, que es la localidad del mundo que más librerías tiene en relación a sus habitantes. El sábado 27, también habrá libros y rosas en Argentina.

Sin obsesión por los más vendidos

Ferrer y Tixis han intentado desmarcarse de la presión para anunciar los libros que serán los más vendidos. Han insistido en que por Sant Jordi se venden 50.000 títulos diferentes y que los más vendidos a duras penas representan un poco más del 5% del total de ventas. Patrici Titxis ha explicado que "el secreto" de Sant Jordi es, justamente, que se venden libros de todo tipo... "Es una gran fiesta del libro, y sobre todo del libro en papel", ha afirmado con orgullo.