Barcelona, 24 de agosto de 1705. Hace 317 años. El Dietario de la Generalitat consignaba que a primera hora de la jornada se había producido un desembarque de tropas inglesas y neerlandesas cerca de la desembocadura del río Besòs. Aquel despliegue, que se había producido en el contexto de la Guerra de Sucesión hispánica (1705-1715), obedecía a las condiciones pactadas en el Tratado de Génova (20 de junio de 1705): las fuerzas aliadas austriacistas desembarcarían cerca de Barcelona y el partido austriacista catalán armaría un ejército propio y promovería una revolución que tenía que provocar el colapso de la administración civil, militar y judicial borbónica en Catalunya.

Pocas semanas después (14 de septiembre de 1705), el ejército aliado formado por tropas inglesas, neerlandesas y catalanas; rodeaba la ciudad. Las autoridades ordenaron cerrar a cal y canto todas las puertas de la muralla, y levaron a la Coronela, el ejército municipal de Barcelona que se movilizaba en caso de amenaza enemiga. Pero las clases populares de la sociedad barcelonesa nunca compartieron aquel ideario. Nunca vieron al ejército aliado como una amenaza, sino al contrario; y aquel conflicto se resolvería con la decidida acción de una vecina anónima del barrio del Born: Jerònima Peiró, que lideraría un movimiento que culminaría con la apertura de la ciudad al ejército aliado.

Grabado de Barcelona (principios del siglo XVIII). Fuente: Cartoteca de Catalunya
Grabado de Barcelona (principios del siglo XVIII). Fuente: Cartoteca de Catalunya

¿Quién era Jerònima Peiró​?

Sobre Jerònima Peiró tenemos muy poca información. Solo conocemos los detalles que la convertirían en la pionera y líder de una asonada popular espontánea que se transformaría en una auténtica revolución. Sin embargo, a través de estos detalles podemos deducir que era una persona muy conocida entre su sociedad, y que sus vecinos le reconocían cierto ascendiente. Por lo tanto, estaríamos hablando, muy probablemente, de la propietaria de un comercio concurrido, posiblemente uno de los hostales del Born. En este punto es importante destacar que, al principio del siglo XVIII, los hostales, además de ser casas de huéspedes, eran también concurridas tabernas y, en muchas ocasiones, casas de juegos y apuestas.

¿Qué pasó durante aquellos días de asedio?

El Dietario de la Generalitat relata que, a medida que se estrechaba el asedio aliado, la actividad de la ciudad se detenía progresivamente. Y a partir del 14 de septiembre, se intensificaron los bombardeos aliados —desde tierra y desde mar— castigando todos los barrios de la ciudad. Incluso, las bombas de Habsburg abarcaron, en varias ocasiones, el Patio de los Naranjos del Palau de la Generalitat. El 25 de septiembre, en plena ofensiva aliada, moría el presidente Francesc de Valls; pero en ningún sitio se dice que aquel deceso habría sido causado por efecto del bombardeo. Y el 4 de octubre, el virrey hispánico Francisco de Velasco, enviaba una misiva a la Generalitat, proponiendo negociar la capitulación de la ciudad.

El mercado del Born (circa 1710). Fuente: MUHBA
El mercado del Born (circa 1710). Font: MUHBA.

¿Qué hizo Jerònima Peiró?

Las dos partes nombraron a representantes que tenían que negociar las condiciones de la capitulación, y la ciudad quedó cubierta por una tensa y precaria calma que, en cualquier momento, podía derivar en una explosión de violencia. Y en aquel contexto de peligro surgió la figura de Jerònima Peiró. El 14 de octubre, a las nueve de la mañana, mientras las autoridades municipales todavía debatían "si son verdes o son maduras"; ¡Jerònima Peiró ordenó a su hijo que subiera hasta la cima del campanario de la basílica de Santa Maria del Mar, y blandiera la campana al toque de "Via fora" ! la señal que, ante una situación de amenaza, convocaba a todos los vecinos en la defensa de la ciudad.

¿Qué más hizo Jerònima Peiró?

Poco rato después (según el Dietario, hacia las 10 de la mañana) una multitud de mujeres se lanzó a las calles del Born clamando "a las armas, que matan a nuestros hermanos" y "a las armas, que se llevan a nuestros presos". Aquel clamor, en ambos casos, se refería a los presos políticos del régimen borbónico, que estaban recluidos en las mazmorras del Palau del Virrei (en aquel momento, en el lado izquierdo de la Plaza del Rey). En aquel lugar se produciría el punto culminante de aquella primera fase revolucionaria: Jerònima Peiró y las vecinas del Born desarmaron la guarnición militar hispánica formada por unos setenta Tercios de Castilla y liberaron a los presos políticos.

Grabado del asedio y bombardeo de Barcelona (1705). Fuente Ayuntamiento de Barcelona
Grabado del asedio y bombardeo de Barcelona (1705). Fuente: Ayuntamiento de Barcelona.

¿Qué pasó después del asalto a las mazmorras hispánicas?

La acción de Peiró se extendió como la pólvora. Barcelona se convirtió en un hervidor que exigía a las autoridades entregar la ciudad al ejército aliado. El Dietario de la Generalitat, en la anotación del mismo día 14, consigna reveladoramente "per lo portal del Àngel de la present ciutat, ha entrat lo exèrcit dels aliats que serveix al rey, nostre senyor, don Carlos Tercer de Àustria, que Déu guarde, ab molt arrenglament y fina correspondència ab los paysans, essent estat entre las deu y las onse horas de la matinada". Jerònima Peiró, con un golpe de genio formidable y en tan solo una hora, había conseguido lo que ni los militares ni los políticos habían sido capaces en semanas y meses.

Imagen principal: Fragmento del pendón de Santa Eulàlia. Fuente: MUHBA. Foto: Pep Parer.