Camilla Läckberg ha vuelto a Barcelona, y lo ha hecho para presentar su novela La jaula de oro (en castellano publicado por Maeva y en catalán por Amsterdam), una obra que, rompiendo con su habitual narrativa, tiene algunas escenas en la capital catalana. Y lo más sorprendente, sus protagonistas no son la escritora Erica Falck y su marido, el policía Patrick Hedströn, sino Faye, una chica de Fjällbacka, el mismo pueblo de Falck (y de la propia Läckberg), y su marido Jack, un triunfador. Una "traición" a los fans de la serie de Falck que, según la escritora sueca, ha sido muy bien recibida finalmente por los lectores, que han aceptado con entusiasmo al nuevo personaje.

Una historia de venganza

La trama de esta novela está basada en la venganza de una mujer que ha dejado su carrera profesional para dar apoyo a su hombre y que más tarde se siente traicionada por él; una mujer que era "patética" (en palabras de la misma autora) y que de repente decide hacer un cambio radical. Läckberg afirma que se lo ha pasado "pipa" escribiendo este libro; "he podido ir a saco", explica... Para ella, La jaula de oro supone un homenaje a los libros para jóvenes que leía en su adolescencia, protagonizados por mujeres poderosas. Y, también, una concesión a un tema que la fascina, la venganza: "Todo el Antiguo Testamento está lleno de historias de venganza", comenta fascinada, y añade que "La venganza es fantástica, porque con ella recuperas el poder que te han sacado". Entiende que no todo el mundo se pueda tomar la justicia por su cuenta, pero añade que la venganza satisface mucho, y que "ya que no la podemos practicar a la sociedad, como mínimo la podemos ejercer en un libro".

Bajo la estela del #MeToo

En La jaula de oro Läckberg, que hasta hace unos años no se había manifestado como feminista, muestra su preocupación por los abusos femeninos (apunta que quizás se sintió más obligada a pensar en la condición femenina cuando sus hijas se hicieron mayores). Ha afirmado que el cambio no fue inspirado por la campaña del #MeToo, porque ya había empezado a escribir esta novela antes de que surgiera, pero ha afirmado que el #MeToo confirmó las percepciones sobre la situación de la mujer que ella tenía. De la multitud de lectoras que se han mostrado identificadas con la protagonista, Faye, deduce que el maltrato es, desdichadamente, todavía muy frecuente ("sobre todo el psicológico", puntualiza). A pesar de todo, Läckberg marca distancia con respecto a algunas feministas: "No me gusta el feminismo que pone todas las culpas en manos de los hombres", y afirma que Faye tiene buena parte de la responsabilidad en las decisiones erróneas que toma. "No nos podemos fiar de nadie más que de nosotras mismas", concluye Läckberg; y asegura que este es el consejo que da a sus hijas. En realidad, apunta que Faye, al vengarse, tiene un comportamiento que no sería extraño en un protagonista masculino, pero que sorprende cuándo lo adopta una mujer: "Todavía se espera que los hombres y las mujeres se comporten de forma diferentes", sentencia.

Fuera de la zona de confort

La jaula de oro es una novela sensiblemente diferente de las obras anteriores de Läckberg: por sus protagonistas, por su ambientación, por su tema... La escritora sueca afirma que su agente, alguns de sus editores e incluso sus amigos inicialmente no estaban nada satisfechos con un cambio que ponía en riesgo su éxito ("pensaban que me había rallado", apunta). Pero ella sentía la necesidad de un cambio y deseaba salir de su zona de confort para adoptar nuevos retos. En esta obra se ha visto obligada a encontrar un tono diferente, un ritmo diferente y una voz diferente, e incluso a incluir escenas de sexo explícito (lo que le cortaba mucho, pensando en cuándo lo leyera su madre). Ahora, ante el éxito de Faye como personaje, afirma que ya tiene en mente otra novela en que esta será la protagonista, aunque continuará, de vez en cuando, con las historias de Erica Falck. Ni siquiera descarta que en alguna obra lleguen a encontrarse las dos. Pero sentencia, realista: "No se me mujer nada bien hacer planes sobre mi vida"; nada le sale como había previsto.

La Barcelona romántica de los suecos

Läckberg decidió poner una escena en Barcelona, porque es una ciudad que le encanta, y que los suecos admiran mucho "en Suecia es un destino típico para cuando quieres hacer una escapada romántica con tu pareja", y añade: "para los suecos es el nuevo París". Ella misma había estado en Barcelona en varios viajes románticos y había quedado encantada con la ciudad. Para redactar la novela ha utilizado sus recuerdos de sus estancias, y cuando ha necesitado alguna información suplementaria ha recurrido a Google, porque "Google Earth es fantástico".

Más de 23 millones de ejemplares vendidos

Las novelas de Camilla Läckberg han llegado a los 23 millones de ejemplares vendidos. Su éxito ha llegado a todas partes. Ella misma reconoce que encuentra todo eso "surrealista", como el hecho de que en España tenga un fan que se ha tatuado su nombre en el cuello. Afirma que, a pesar de todo, el hecho de que se haya hecho una serie inspirada en sus personajes, 'Los crímenes de Fjällbacka', no ha influenciado nada sus libros "porque yo, cuando creo, me encierro en mi burbuja". Lo único que parece que la influya decisivamente es la opinión de su madre. Pensó en regalarle La jaula de oro arrancándole las páginas "comprometidas", aquellas donde había escenas de sexo explícito. Al fin le regaló el libro sin mutilar, y tras leerlo su madre se limitó a decir que "no había para tanto". "Quizás las madres de todos nosotros tienen vidas más interesantes de lo que pensamos", concluye Läckberg.