La editorial Debate acaba de publicar un pequeño libro de Jared Diamond denominado Sociedades comparadas. Diamond se hizo muy popular con un estudio titulado Armas, gérmenes y acero. Con aquella obra pretendía responder a una pregunta básica para los interesados en la historia: ¿por qué unas sociedades se imponen a las otras? Más tarde, Diamond nos sorprendió con Colapso, un estudio sobre el porqué algunas sociedades que se han desarrollado muchísimo, de repente, caen en una fuerte crisis. Sin duda, el principal acierto de Diamond es abordar temas de gran interés, y hacerlo con una gran originalidad, mucha erudición, y un estilo sencillo y desenfadado. En Sociedades comparadas, además, lo hace con mucha brevedad: se vende como "un pequeño libro sobre grandes temas".

Seis temas claves

Sociedades comparadas se pregunta por algunas grandes cuestiones, muy ambiciosas, que interesan a cualquiera: el primer capítulo trata de averiguar los condicionamientos geográficos en la riqueza y pobreza de las naciones. El segundo complementa al primero preguntándose sobre los condicionamientos institucionales en esta cuestión. El tercero investiga cuál será el papel de China en el mundo futuro. El cuarto se pregunta por las crisis y las posibilidades de evitarlas. El quinto se cuestiona por el concepto de riesgo de los individuos y las sociedades; en el sexto se centra en los riesgos sanitarios derivados de la dieta y el estilo de vida. Y cierra el libro con una pequeña reflexión sobre los problemas de la humanidad. En realidad, algunos de estos temas ya habían sido abordados por Diamond en anteriores publicaciones, pero aquí nos los presenta de forma mucho más concisa.

En primera línea

Jared Diamond (1937) es uno de los autores científicos más reconocidos de nuestro tiempo. Empezó a trabajar en el campo de la ornitología, en Nueva Guinea, y más tarde se pasó a la fisiología, pero nunca ha abandonado del todo los estudios sobre los pájaros novoguineanos. Pero lo que lo ha hecho destacar más son sus estudios en el ámbito de la geografía y las ciencias ambientales. En 1998 este norteamericano obtuvo el premio Pulitzer por Gérmenes, armas y acero. Con unas bases científicas amplias, y con un conocimiento enciclopédico, Diamond es un individuo con una formación que le permite hacer análisis muy ambiciosos. Pero tiene también un gran talento como divulgador. En sus obras combina los datos de archivo y de estudios históricos o ecológicos con experiencias personales o anécdotas de su vida. Es simple, agudo y refrescante. Y tiene una gran intuición para los títulos: ¿Por qué es divertido el sexo? era uno de ellos.

Ciencia sin laboratorio

Diamond, que ha trabajado en laboratorios médicos y que conoce bien las ciencias puras, asegura que hay conocimiento y ciencia fuera de las pruebas estrictamente controladas de la química o la física. Él asegura que lo que él hace es trasladar a las ciencias sociales los métodos que ya había practicado en la ornitología, una ciencia donde tampoco es fácil recurrir al laboratorio y donde es imposible hacer ciertos experimentos. El científico norteamericano tiene una ventaja esencial sobre buena parte de sus colegas, gracias a su estancia en Nueva Guinea: un conocimiento de primera mano sobre las sociedades no occidentales y una gran conciencia sobre la diversidad de las sociedades del mundo. Eso es decisivo en sus estudios, que pretenden tener dimensiones universales.

El espacio que nos acondiciona

En los estudios de Diamond es patente la influencia de la geografía y la ecología toma un papel decisivo. También en Sociedades comparadas. Por ejemplo, alega que la menor riqueza de los países tropicales vendría condicionada por la falta de productividad de los suelos de estos últimos y por los problemas sanitarios derivados de la exuberancia del clima. A pesar de todo, Diamond trata de rehuir el determinismo geográfico, e insiste en que los condicionamientos geográficos se pueden superar con una adecuada planificación y con la gestión de los problemas. Y pone ejemplos concretos de países que con determinadas limitaciones han conseguido salir adelante.

El mundo desde aquí

Jared Diamond conoce muchos lugares del mundo: los Estados Unidos, el Mediterráneo, África, Nueva Guinea... Se muestra comprensivo ante los modos de vida local, y rechaza las explicaciones racistas sobre las desigualdades sociales. Y a pesar de todo, Diamond es profundamente etnocéntrico: se plantea muy poco la existencia de otro tipo de valores y de estructuras sociales. En realidad, su libro El mundo hasta ayer fue muy criticado porque apuntaba que las sociedades tradicionales habían sido mucho más violentas que la sociedad moderna. Los defensores de los indios y de otras minorías hicieron ver que, en realidad, son las sociedades tradicionales las que son agredidas por la moderna, y no al contrario.

La visión del desarrollo humano de Diamond tiene mucho unilineal. Y mantiene una inmensa confianza en los modos de vida y en los sistemas económicos y políticos de Occidente, aunque sus análisis tienen en cuenta realidades bien alejadas de la nuestra. A pesar de que duda de la sostenibilidad del sistema económico, mantiene una gran confianza en el capitalismo y en la democracia

El miedo

Jared Diamond está convencido de que los mayores riesgos que amenazan al hombre actual son los sanitarios, derivados de las nuevas pautas de vida, y especialmente del consumo excesivo de sal y azúcar. Y se pone a él mismo como un ejemplo de reducción de riesgos con una adopción de hábitos de vida más saludables. Diamond no sólo apuesta para resolver los problemas del mundo, sino también del de cada uno de sus habitantes. Empezando por él mismo.