El contacto y la interferencia del castellano ha hecho que en catalán utilicemos palabras como polla y xotxo y eso ha causado un empobrecimiento de la lengua y una sustitución continua de las palabras más auténticas y genuinas de la lengua. Otro día ofreceré alternativas léxicas para estas dos palabras, pero hoy me centraré en el verbo follar, porque la cosa merece un artículo propio y este espacio, desengañémonos, da para lo que da.

Hoy hablaremos de follar, y eso siempre gusta. ¡Hablar de ello, quiero decir! Si hacemos una búsqueda rápida encontramos que follar en catalán quiere decir literalmente "apretar, chafar pisando". El ejemplo del DIEC2 lo deja bien claro: "Avui farem la verema i demà follarem". ¡Sin embargo, cuidado!, nuestro diccionario ya recoge también el otro significado, el de "hacer el acto sexual". Es cierto que en catalán (y en castellano) follar forma parte del registro vulgar de la lengua, pero también es cierto que este verbo, en los últimos tiempos, es el más utilizado cuando los catalanohablantes queremos referirnos al acto sexual, incluso registros más coloquiales e incluso se nos escapa en el registro estándar. "Fer l’amor" no está de moda y "fer sexe" es un anglicismo y una traducción literal de "to have sex", tal como decía Màrius Serra ya hace unos cuantos años.

Bueno, ya veis que hemos aceptado castellanismos como follar y que incluso tienen su sitio en el DIEC y, por lo tanto, se trata de términos que son normativos y que están aceptados. La cuestión es que hay un gran abanico de palabras y de expresiones que decimos y utilizamos para referirnos al mundo sexual y erótico y que el catalán tiene una gran riqueza lingüística sexual que habríamos de, como mínimo, conocer y, a poder ser, utilizar. Boixar, burxar, fotre un clau, fornicar, furgar, manxar, penetrar, xinar, trincar... Y los propios de cada zona, como rostollar, esmolar l’eina o picar el tió. Salgamos de la zona de confort, olvidémonos un poco del verbo follar por un rato y entremos en el magnífico mundo de la eroticolingüística (sí, me he inventado este término) catalana. Un mundo creativo, exhaustivo, profundo y muy divertido y al mismo tiempo vergonzoso y eufemístico.

Fornicar en catalán es posible, solo hace falta que lo pongamos en práctica.

Y ahora alguien dirá (porque siempre hay alguien que lo dice) que follar en catalán es cutre. ¿Cutre? Debe querer decir carrincló, penós, ridícul o simplemente que hace reír... ¿Verdad? ¡Pero qué dice, memo!, lo que es cutre es que usted se llame Josep Ramon Brunsó i Costa (por ejemplo) y que fornique gritando "joder, joder, oh, Dios mío" con esta pronunciación catalana que lo delata... ¡eso sí que es cutre! Si quiere alternativas y apelaciones religiosas, grite "verge/ hòstia santa, oh Déu meu"… Y, si no, opte por blasfemar y diga "collons!, va parir!". Y con respecto a los soniditos, fonéticamente le dejo decir lo que quiera: "ah, oh uh, mmm...", todos son propios de buen catalanohablante. Así pues, ahora que ya hemos demostrado que fornicar en catalán es posible, solo hace falta que lo pongamos en práctica.