Leer Nena, dona, altres es la sinfonía coral de voces negras de Inglaterra, un relato lleno de historias fascinantes, de vidas de resistencia, de arte, de feminidad subversiva. Bernardine Evaristo, escritora afrobritánica, que cuenta con más de una docena de títulos, nos presenta en el Premi Booker 2019 un reparto de mujeres que nos muestran su vida, sus éxitos y sus fracasos. La escritura de la primera mujer negra en ganar el Booker es tan sincera y tan consciente de su entorno que te engancha en cuanto lees el primer capítulo, ya que es una de las mejores narradoras del panorama literario anglosajón y gracias a la  editorial La Segona Periferia por fin la podemos disfrutar en catalán.

Amma, la primera protagonista, es una dramaturga, intelectual, militante, bisexual, y está a punto de estrenar la obra La última amazona de Dahomey en Londres. A partir de esta anécdota, explica su vida, sus comienzos en el teatro, sus amores, su condición de madre y de feminista. Amma nos introduce los siguientes personajes; Yazz, su hija, y Dominique, una amiga con la que hacía pruebas de teatro y compartían el hastío de representar siempre a la esclava, la migrante, la pobrecita. En grupos de tres hasta una docena, conocemos el reparto de Evaristo, que se reúne en el capítulo cinco, en La festa de l'estrena. A ellas se suma una persona no binaria que encarna las disidencias de género actuales. Todas las protagonistas están interconectadas, atravesadas por cuestiones de raza, género, clase, y en la mayoría de ocasiones por lazos familiares o por amistades. Se explican entre ellas, cada una desde su punto de vista.

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Es un gusto ver la profundidad de los personajes, parecen tan reales como conversaciones íntimas, presentaciones al lector: “ahora yo me voy a explicar a mí misma y no un blanco”. Detrás de cada retrato y de cada mujer hay personalidades fuertes, dinámicas, y un mestizaje cultural que parte de las colonias caribeñas, los migrantes de Bangladesh, la comunidad nigeriana o los afroasiáticos ugandeses. Es la otra cara de Gran Bretaña, la que no sale en las tazas de los puestos de souvenir de Times Square, la que a veces se contempla desde un relato migratorio, desde una experiencia de sufrimiento y no desde una vida para ser contada por todo lo que aporta a la sociedad. Reparando en esto, Evaristo dijo en una entrevista a The Guardian: “siento mucha frustración porque las mujeres negras británicas no están presentes en la literatura inglesa” y no es para menos. La negritud ha sido borrada de los libros y de los bestsellers del S.XVIII, del s.XIX, del S.XX. 

No me gusta reseñar o criticar obras menores, por eso me alegro tanto cuando leo joyas como Nena, dona, altres

El canon literario occidental y blanco borró a las mujeres sistemáticamente, pero también a las personas racializadas. Si las mostraba, era para ridiculizarlas o demonizarlas, pero en ningún caso para contarlas como sujetos activos, dignos, humanos. Solo hay que recordar cómo Alejandro Dumas esclavizó a Auguste Muguet y le robó sus obras Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo. Podríamos poner más ejemplos pero, siguiendo con la novela, Amma, la primera protagonista del libro, es activista de la comunidad negra y es dramaturga, mientras que Evaristo fue cofundadora de la compañía Theatre of Black Women en los 80. En todas ellas hay un poco de la escritora. De hecho, también de sus otros libros. La complejidad de la narración está en los detalles, en la estructura, pero ella hace que parezca sencillo. De hecho, la lectura es accesible, enriquece al lector y le aporta conocimiento. Eso solo lo puede conseguir una excelente narradora.

No hay nada al azar; quizás esta polifonía surge a raíz de la representación de un ejército de guerreras, las mujeres libres de Dahomey. Cuando lees a Evaristo, te quieres quedar. Para mi, que leo más de un libro por semana y leo el excedente del librocapitalismo —un concepto que desarrollaré, si me dejan, en alguna columna o ensayo—, os aseguro que este libro es de los imprescindibles. No me gusta reseñar o criticar obras menores, por eso me alegro tanto cuando leo joyas como Nena, Dona, altres.