El Periódico de Catalunya no saldrá a la calle este martes por primera vez en su historia, que arranca el 26 de octubre de 1978. Los 400 trabajadores del diario y empresas auxiliares han iniciado este lunes una huelga de cuatro días en apoyo del comité de empresa, que negocia el acuerdo salarial que debe sustituir al vencido el pasado 31 de marzo. El seguimiento del paro es del 90%, según el comité de huelga.

El acuerdo salarial anterior rebajaba el sueldo de los trabajadores un 8% directamente y otro 10% vía un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), por el cual dejaban de trabajar unos días al mes, que podían cobrar del paro. Las negociaciones para el nuevo acuerdo fracasaron el pasado jueves 11.

Ese día, la empresa propuso mantener el acuerdo anterior y devolver el 50% de los salarios no pagados de abril, que debían abonarse como antes de los recortes. La razón de este impago, según la empresa, es que todavía no hay nuevo acuerdo con los trabajadores.

La misma razón aduce el comité, con otra conclusión: si no hay acuerdo, volvemos a las condiciones anteriores. Así, pide que la empresa abone el salario íntegro del 1 de abril al 11 de mayo, fecha desde la que que se seguiría aplicando el acuerdo salarial anterior mientras se negocia el nuevo.

Al mismo tiempo, el comité quiere conocer las cuentas completas del 2016. Sospechan que la dirección prepara un expediente de regulación de empleo para despedir una parte de la plantilla y quieren conocer en qué se basan las causas económicas con que justifica el ERE y el endurecimiento del nuevo acuerdo salarial. De hecho, el 1 de abril, la propuesta de la empresa incluía una rebaja salarial añadida del 5%.

Consecutivo o simultáneo

El meollo del desacuerdo es la desconfianza entre empresa y comité sobre los planes de futuro del Grupo Zeta, editora de El Periódico. Las demandas de que los recortes también incluyan a la propiedad y a los cargos fuera de convenio o el cobro del salario íntegro de abril y parte de mayo son relevantes pero lo es más obligar Zeta a poner también sobre la mesa su proyecto para los diarios y ablandar el previsible ERE con otras posibilidades, como bajas incentivadas y salidas voluntarias de trabajadores.

La empresa, en cambio, no quiere hacerlo todo al mismo tiempo y no quiere comprometerse más allá. Prefiere resolver ahora el acuerdo salarial, incluso mantenerlo, y negociar después el futuro del diario, una vez desactivado el conflicto salarial que sirve de palanca negociadora al comité.

Conflicto a destiempo

Este litigio ha llegado a destiempo por Zeta. El conflicto laboral se suma a las negociaciones con una docena larga de bancos, en los que debía 97,8 millones de euros a finales del 2015, el 60% de los cuales corresponde a El Periódico y el otro 40% al resto de empresas del grupo.

Zeta dejó de pagar a los bancos en diciembre del 2016. Los acreedores, encabezados por CaixaBank, mantienen un pacto de no agresión con Zeta mientras tratan de llegar a un nuevo acuerdo para hacer frente a las deudas y facilitar al grupo mediático recursos para afrontar su reconversión digital.

Todo es una cadena maligna. Zeta necesita concertar con sus trabajadores un acuerdo laboral que fije el perímetro de su gasto principal. Sin este acuerdo, será difícil que pueda elaborar un proyecto de futuro que convenza a los bancos de reestructurar la deuda y de facilitarles recursos para invertir en la reconversión, que es la única esperanza de los acreedores de cancelar bien o mal sus deudas y de la supervivencia del grupo.

Los trabajadores, hoy por hoy, consideran que se han sacrificado lo suficiente. Quieren que la empresa se retrate más en sus planes de futuro y que todo se negocie y resuelva al mismo tiempo. Las semanas que venden, unos y otros tendrán que encontrar la solución.

La movilización afecta también a los trabajadores de otro diario de Zeta, el deportivo Sport, que han aprobado sumarse durante dos días, el 15 y el 16 de mayo. En El Periódico, la huelga se aprobó por 255 votos favorables (79,97%), 47 en contra (14,7%) y 17 en blanco (5,33%). En la votación participó el 82% de los trabajadores. La huelga decidió a Zeta a aplazar la entrega del Premi Català de l'Any, previsto para este martes 16 de mayo en el Teatre Nacional de Catalunya. El Periódico vende 75.000 ejemplares diarios de media, según el certificador OJD.