La crisis económica originada por la pandemia del coronavirus ha perjudicado especialmente al sector cultural, con una grave afectación en la industria de la música en directo. Con respecto a la música grabada, en cambio, la situación se ha podido salvar gracias al aumento de la distribución de música en streaming, un formato que no se ha visto afectado, sino al contrario, por el confinamiento al que se vio sometida la población desde marzo y hasta junio.

En cambio, quien lo ha pasado mal durante la pandemia ha sido el mercado de los formatos físicos, que ha sufrido la enésima bajada de ventas que han complicado todavía más la difícil supervivencia de las tiendas de discos tradicionales -las pocas que quedan-. Es más, el Compact Disc, formato que hasta hace pocos años era el más utilizado para la reproducción de música, no sólo ha quedado relegado a una posición marginal ante los formatos digitales, sino que cada vez está más cerca de quedar por debajo, en ventas, del formato físico más tradicional, el disco de vinilo.

 

Así se demuestra en el informe semestral hecho público por Promusicae, la asociación que representa el 95% de la industria fonográfica española, donde se constata que la cifra global de ventas de música grabada en España ha aumentado levemente, un 3,99%, a pesar de la situación de pandemia, pero con un crecimiento aguantado sólo por los formatos digitales, mientras que el formato físico ha sufrido una caída de ingresos del 44,78%. A día de hoy, los formatos digitales representan, en ventas, un 87,6% del mercado de la música grabada, y los físicos, un 12,4%. Aunque la tendencia de los últimos años ya es esta, aumento de formatos digitales y disminución de los físicos, la caída este semestre por el efecto coronavirus ha sido histórica, ya que en el primer semestre del 2019, la diferencia entre formatos digitales y físicos era sensiblemente menor, un 76,6% ante un 23,4%, respectivamente.

El coronavirus remata al Compact Disc

En todo ello, quien más se ha visto perjudicado ha sido el pequeño comercio especializado y, claro, los músicos, que han estado meses sin poder actuar en directo, mientras que la industria discográfica se ha visto en cierta manera compensada por el aumento de ventas digitales, pero también ha acelerado un cambio en los hábitos de consumo que, si la tendencia continúa, significará toda una revolución.

Parafraseando la célebre canción de Videokids Video kill the radio star, el coronavirus ha rematado al Compact Disc, todavía hoy el formato físico más vendido pero con una clara tendencia a la baja. Con los números de Promusicae en la mano, los ingresos por venta de CDs han caído este semestre un 56.5% en comparación con el mismo periodo del 2019, es decir, más de la mitad.

Ahora bien, esta caída del CD tendrá un efecto sorprendente: el disco de vinilo gana cuota de mercado ya que sólo ha experimentado una caída del 7,7%. ¿El formato preferido de los melómanos está a punto de vivir una segunda época dorada? La tendencia indica que será así en un futuro próximo, ya que la distancia de ingresos respecto del CD no para de disminuir. Si en el primer semestre del 2019 el CD facturó 24,1 millones de euros y el disco de vinilo, 7,7, las cifras del mismo periodo de este año son mucho más próximas: 10,5 millones de euros para el CD y 7,1 para el vinilo. Por todo ello no se puede descartar que el 2020 se cierre con los vinilos por encima de los CDs con respecto a las ventas. Eso si, unos y otros con tendencia a la baja.

Los nostálgicos del vinilo se pueden dar por satisfechos una vez hayan derrotado al CD, pero los dos formatos, a día de hoy, ya sólo suponen poco más de la décima parte del mercado musical.