Las estatuas más amadas y las más odiadas de Catalunya, y las que han sido más veneradas y más vejadas, compartirán protagonismo en la Bienal de Venecia mediante To Lose Your Head (Idols), la iniciativa impulsada por el Institut Ramon Llull para que Catalunya esté presente en uno de los encuentros de arte contemporáneo más famosos de Europa, que tendrá lugar del 11 de mayo al 24 de noviembre. En la presentación de la exposición ha estado presente la nueva consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, la directora del Instituto Ramon Llull, Iolanda Batallé y dos de los comisarios de esta exposición, Marcel Borràs y Pedro Azara. La Bienal, uno de los principales acontecimientos europeos en el campo del arte contemporáneo, tendrá lugar del 11 de mayo al 24 de noviembre. La inauguración de Catalonia in Venice. To Lose Your Heads (Idols) tendrá lugar el día 10 de mayo, y las performances asociadas se harán los días 8, 9 y 10 de mayo.

15 piezas bien diversas

La reflexión gira entorno a 15 estatuas de carácter muy diverso, aunque sólo cuatro de ellas serán desplazadas a Venecia (se ha tenido que anular el previsto traslado de algunas estatuas por problemas de peso o de estado del monumento). Los monumentos que se desplazarán son el Paso de Semana Santa del Santo Entierro del gremio de los Mareantes de Tarragona (una figura que genera una gran devoción en la gran procesión que se organiza en esta ciudad), el Monumento a Lluís Companys del paseo de Sant Joan (que ha sufrido varias agresiones, pero al mismo tiempo continuamente recibe homenajes), el Recuerdo de una pesadilla, de Joan Brossa (una dura obra de antihomenaje al alcalde Porcioles que sólo se pudo exponer al aire libre un solo día y que ahora está dentro de un museo) y el Monumento a los Caídos de Genaro Iglesias (que ahora está encerrado en un almacén municipal de Balaguer).

Reflexión a distancia

Junto en estos cuatro monumentos que irán físicamente a Venecia, se aportarán reflexiones sobre otras estatuas emblemáticas de Catalunya. Hay menciones a El xut, la estatua al fútbol que se ha convertido en una encarnación de Johan Cruyff que recibe todos los homenajes (Chupa-Chups incluidos) dedicados al futbolista. También a el monumento a Camarón de la Isla que es objeto de veneración constante al barrio de la Mina. Obviamente estarán presentes, mediante documentación, la estatua al negrero Antonio López, descabalgado de su pedestal hace poco tiempo, y el monumento "a los caídos" de Clarà de la Diagonal, que sufrió varios atentados y acabó siendo retirado a un "cementerio de estatuas" municipal. Y sin duda, una de las estrellas de la muestra será el monumento a Franco que había estado plantado en el castillo de Montjuïc y que fue vandalitzado en el Born cuando fue expuesto en el marco de una exposición (y que no ha podido viajar porque es la prueba de un procés judicial por|para su destrucción).

Estatua Antonio López acn

Retirada del monumento a Antonio López. Foto: ACN.

El poder del bronce

La exposición reflexiona sobre el poder de las estatuas, pero también sobre la capacidad de provocar pasiones, positivas o negativas, que llevan hasta su adoración o hastasu mutilación o destrucción (que a menudo va asociada a cortarles la cabeza, como si estuvieran vivas). "Los monumentos no son para siempre, nacen y mueren", explica Pedro Azara, alma de esta iniciativa. To Lose Your Head reflexiona sobre el poder de estos monumentos mediante una videoinstalación, una performance, una escultura interactiva... Y esta reflexión pretende ir mucho más allá de la reflexión sobre la realidad catalana, y adquirir un valor universal.

Reproducir las pasiones

Uno de los objetivos de la performance asociada a la exposición es reproducir en Venecia la pasión que han generado estos monumentos en Catalunya. Marcel Borràs ha preparado una máquina de vending en que se podrán adquirir todos objetos que se pueden usar para venerar o vejar las estatuas, desde flores a una muñeca inflable o huevos... Y el público podrá usarlos para venerar o vejar a la actriz Marta Aguilar, que interpretará estos monumentos en plena calle (al estilo de los quietistas de la Rambla).

Una idea crecida al Iraq

Pedro Azara empezó a trabajar en este proyecto, cuando era mucho más joven, a través de las reflexiones sobre la legalidad o la ilegalidad de las imágenes religiosas, en la fiebre iconoclasta de los primeros tiempos del cristianismo. Mucho más tarde, en 2007, volvió a reflexionar sobre este tema en relación con un yacimiento arqueológico de la frontera entre Siria y Iraq, bombardeado por Saddam Hussein, pero posteriormente sufrió los ataques de la coalición internacional (y más adelante el vandalismo del Daesh). Pedro Azara se dio cuenta del poder de las estatuas durante su estancia en Iraq, cuando en un momento se le ofreció la posibilidad de coger la cabeza decapitada de una famosa escultura de Saddam Hussein. No fue capaz de hacerlo, y se dio cuenta que una estatua, a pesar de ser destruida, es "mucho más que un trozo de bronce". Azara, a partir de esta experiencia, empezó a reflexionar sobre las oleadas de iconoclastia que no sólo han afectado el Oriente Próximo, sino al conjunto del planeta, y también a Catalunya.

Elección de los propios artistas

La exposición que se enviará a Venecia fue escogida por el Instituto Ramon Llull a través de un concurso con un jurado  integrado por destacadas personalidades del mundo del arte, a fin de que fuera gente del mundo del arte escogiera el proyecto más idóneo, al margen de la propia institución.