El premio Nobel, concedido por la Academia Sueca, ha recaído en un autor que nadie esperaba: el cantautor norteamericano Bob Dylan. El anuncio de Sara Danius, secretaria permanente de la Academia Sueca, ha causado estupefacción, aunque hace años que algunso críticas hubieran reclamado este galardón para sus letras. El premio a Robert Allen Zimmerman, Bob Dylan (Minnessota, 1941), ha sido concedido "por haber creado dentro de la gran tradición de la música americana nuevos tipos de expresión poética".

Un grande de la música y de las letras

Bob Dylan, es el autor de famosas canciones de protesta, como 'Blowin' in the Wind" o "The Times They Are Changin", que se convirtieron en el mito de toda una época. Además, se convirtió en un héroe del movimiento de los derechos civiles y en un emblema de la oposición a la guerra de Vietnam. Tiene unos pocos libros publicados: Tarantula (un libro de prosa poética), la primera parte de sus memorias, y algunos libros de pinturas. Pero aunque no sea muy conocido por sus libros, sus letras lo han hecho muy popular. La Academia Sueca ha valorado a Dylan como "un gran poeta" que "se ha reinventado a sí mismo creando una nueva identidad".

Descendiente de judíos rusos

Robert Allen Zimmerman viene de una familia judía, procedente de Rusia y Lituania, pero nació en Duluth, Minnesota. Empezó a interesarse en el rock cuando entró en la universidad, pero enseguida se inclinó por el folk. Tomó el nombre de Bob Dylan porque era un gran admirador del poeta Dylan Thomas. Asegura que escoger tu propio nombre es un acto de libertad. A principios de los años 1960 empezó a cantar canciones de protesta, por influencia del cantante folk Pete Seeger. Pronto sus canciones se convirtieron en el símbolo de una generación que estaba disconforme con el mundo en que vivían.

La respuesta está en el viento

 

"Blowin' in the Wind", de 1963, suposo el lanzamiento de la música de Dylan al mercado de masas. Empezó a colaborar con Joan Baez y muchos otros músicos de éxito. Participó en la Marcha sobre Washington, en defensa de los derechos de los afroamericanos, y dedicó diversas de sus canciones a combatir el racismo. A pesar de todo, Dylan no se sentía cómodo en el papel de líder político que le habían otorgado y jamás renunció a escribir canciones de otros tipus. Con Mr. Tambourine Man conseguidó obtener un gran éxito de ventas. Blonde on Blonde, de 1966, fue uno de los discos estelares de esa época. En esos años Dylan se hizo adicto a las anfetaminas y a la heroína.

El mundo

Bob Dylan pronto fue un cantante de fama mundial. Su actuación en el concierto por Bangla Desh, organizado por George Harrion en 1971, circuló por todo el mundo. Y todavía más su intervención en el último concierto de The Band, del 1976, que fue inmortalizado por Martin Scorsese en la película The Last Waltz. En 1978 hizo una gira con 114 conciertos. Más tarde se convirtió al cristianismo y se centró en escribir canciones de propaganda religiosa. Pero a mediados de los años ochenta volvió a grabar música muy diversa, e incluso trató de marcar distancia respecto a sus canciones anteriores. En 1991 obtuvo un Grammy, pero su tiempo de mayor éxito de público había pasado, aunque muchos críticos continuan reivindicando el valor de sus canciones y de sus letras.

Diversos

Algunos seguidores de Bob Dylan se ham mostrado disgustados porque maneja un amplio espectro de estilos y ha rechazado siempre quedarse encajonado en un solo género. Dylan  ha colaborado con todo tipo de músicos. Se le ha considerado un precursos del hip-hop y del rap, pero en su último álbum, Fallen Angels, versionaba las canciones que había cantado antes Frank Sinatra. A pesar de todo, Dylan siempre ha tenido vocación literaria y ha escrito y grabado canciones con grandes autores como Allen Ginsberg y Sam Shepard.

Conocido en Catalunya

Bob Dylan es un autor muy conocido en Cataluña, porque sus canciones más clásicas han sido muy bien valoradas y muchos autores las han versionado. En 1968 el Grup de Folk ya versionó, con mucho éxito, La respuesta está en el viento. No hace mucho, el grupo el grupo La Sastreria, gravó Estel fugaç. En 2012 Gerard Quintana y Jordi Batiste organizaron un espectáculo con diversas versiones de Dylan que titularon Els miralls de Dylan. Pero, además de estas versiones, son muchos y muchos los catalanes que han cantado estas canciones, que se convirtieron en tonadas imprescindibles en excursiones, grupos de "esplai" y encuentros juveniles.

Los que quedan esperando

El Premio Nobel ha recaído, finalmente, en un autor que no salía a las quinielas. Entre los que más esperanzas despertaban había, en primer lugar, el japonés Haruki Murakami, un autor de gran éxito, que se consagró con Tokio Blues, quien ha sido anunciado repetidamente como candidato, pero que algunos critican para considerarlo demasiado comercial y repetitivo. También se habla, desde hace de años, de la posibilidad de que obtenga el premio Joyce Carol Oates, pero hay quien considera que el hecho de ser norteamericana no la favorecía, porque la Academia Sueca tiene tendencia, en los últimos años, a valorar la diversidad cultural. Este hecho también perjudicaría a Philip Roth, que también tendría en contra el hecho de ser hombre. Otros norteamericanos de quien se había rumoreado que podrían ganar el premio eran Ursula K. Le Guin, la reina de la novela fantástica, Don DeLillo y Thomas Pinchon. También había quién apuntaba que el premio podía ir a parar al irlandés John Banville (conocido por el seudónimo Benjamin Black), pero se temía que no se lo dieran porque escribe novela negra, un género poco valorado. Había incluso quien creía que podía ir para un escritor español, Javier Marías.

Autores de lejos

Entre los autores de culturas minoritarias, estaban las esperanzas puestas en el albanés Ismail Kadaré, en el kenyata Ngũgĩ wa Thiong'o, la egipcia Nawal en el Saadawi, el poeta sirio Ali Ahmad Said Esber (Te des cuenta) y el poeta surcoreano Ko Un. En otros ámbitos también se hablaba del moçambicà Mia Couto, uno de los escritores más valorados en lengua portuguesa, y del británico de origen indio Salman Rushdie, un autor que lleva décadas perseguido por los radicales islámicos. Y este año había vuelto a sonar el nombre de otro candidato eterno: el checo Milan Kundera, el autor de La insoportable ligereza del ser. Pero, contra los pronósticos, un norteamericano de lengua inglesa ha vuelto a llevarse en Nobel. Con este, ya son 12 los norteamericanos con Nobel (frente a 15 franceses) y 29 los autores de lengua inglesa (más de una cuarta parte de los galardonados).