La música pop puede hacerse por motivos, que para una crítica de 2.500 caracteres que será leída en diagonal, pueden reducirse a dos. Ego y vocación de trascender. La prisa no casa bien ni con uno ni con otro. Y los singles perecederos, menos. Pero, cosas de nuestros días, incluso a los más escuchados se les caen las canciones de Ableton. Para no morir. Para no abandonar los feeds, los stories, los virales de TikTok...  ¿Quién conseguirá un legado duradero? ¿Habrá temas que sobrevivan a los trends y challenges del momento?

La música pop puede hacerse por motivos, que para una crítica de 2.500 caracteres que será leída en diagonal, pueden reducirse a dos. Ego y vocación de trascender

Ponerse a vaticinar...  Qué pereza, estáis aquí por el titular. Más útil que elucubrar es hablar sobre aquellos que, al menos, tienen claro cuál es su función inmediata en la música. “En un par de años esta mierda no vale nada”, canta Alizzz en Superficial, de su último EP, Boicot. Está en lo cierto. Pero una cosa es llevar razón y otra asumirlo sin luchar. Más si cabe siendo de los productores latinos más cruciales de la última década y habiendo lanzado su aventura en solitario no hace ni dos años, el majestuoso Tiene que haber algo más.

El de Castelldefels ya prevé el final de su legado. Tristemente, tiene motivos: parece haber olvidado lo que hizo especial su disco debut. El espíritu pop y la distorsión lidiando con lo –sea lo que sea eso– urbano, ¡su música cosía generaciones! Guay que haga lo que quiera y que lo vista con un lazo por nombre boicot, o caos, o miscelánea, pero… Hay tan poco que rescatar en la publicación… El EP tiene prisa. Un poco de maquineo en Pierdo el sentido, algo de base acústica anecdótica que da un giro de samples en Los mejores… Y Que pasa nen. Se entiende la letra, reivindicación justa, pero el rollo punk de extrarradio desde una atalaya de Grammys, empieza a no colar.

El de Castelldefels ya prevé el final de su legado. Tristemente, tiene motivos: parece haber olvidado lo que hizo especial su disco debut

Es muy raro que a los artistas que les ha tocado lidiar con un panorama de swipes tan tiburón. Pero todavía lo es más que ellos busquen directamente productos de cristal que se quebrarán a la tercera escucha. Afortunadamente, no todo es “super-superficial” en Boicot. Todo está bien persigue algo universal, duradero, pese a ser un grito generacional. Es una base de guitarra, una melodía de lo más britpop. Con un final Oasis que asusta de bonito. Si los músicos se entregan a lo efímero, el resto, estamos vendidos. Sucumbiendo a la realidad de forma explícita, nos hacen un nulo favor. Quien tiene el bolígrafo debe levantar la mirada del papel, alejarse. No dejarse absorber por la batidora-presente. Los mejores temas nunca hablan de una única fecha.

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