Pilar Rahola se ha llevado el Premio Ramon Llull, con la obra Rosa de cendra, una obra situada en los agitados años de la Semana Trágica. Rahola competía con 51 originales más, entre los que habían quedado finalistas: Els mosquits de Marató, presentado con el seudónimo Dionís d'Empòrion; L'home honest, presentada con el seudónimo Samuel Bros; El testament trascendental de Herr Rocamora de Pere Colomer; y Unabomber o el món de la vida de Andreu Ulied.

Rosa, del Fuego a la Ceniza

Esta novela explica los convulsos momentos de principios del siglo XX, después de la guerra de Cuba, a través de la familia de una abuela, Mariona, y de sus nietos, encabezados por Albert Corner, un veterano de la guerra de Cuba que después de volver del Caribe consigue prosperar en Catalunya. Los diferentes personajes de la familia muestran las diferentes opciones ideológicas de una Catalunya convulsa, una ciudad que se conoció como Rosa de Foc y que Rahola redefine como Rosa de Cendra, por las duras consecuencias que tuvo este periodo para mucha gente y para muchas familias. Esta obra, en cierta forma, enlaza con Mariona, la última novela de Rahola, en el que el personaje central es la abuela que protagoniza esta obra.

La decisión del jurado

Carles Casajuana, miembro del jurado, ha asegurado que uno de los aspectos más atractivos de esta novela es la capacidad de mezclar personajes anónimos con grandes episodios históricos. Además, tanto él como Pere Gimferrer, también miembro del jurado, han coincidido en que esta novela aporta grandes reflexiones sobre los momentos actuales que vive Catalunya.

Relación con el presente

Rosa de cendra es una novela de la saga Mariona, pero se puede leer de forma independiente. Recuerda hechos como el asalto al Cu-Cut!, el sindicalismo organizado, el catalanismo político (la Liga Regionalista y la Solidaritat Catalana), el lerrouxismo, la violencia anarquista, la Escuela Moderna de Ferrer y Guardia, el novecentismo y el modernismo… Pero Rahola no quiere explicarlos desde los grandes personajes de la época, sino a partir de personajes anónimos. La autora afirma que no ha tomado partido por ninguno de los personajes, pero apunta que aquel período convulso tiene conexiones con el momento actual. Incluso añade que gracias a escribir Rosa de cendra ha podido entender comportamientos políticos de hoy en día que no comparte. Alega que al explicar los conflictos en el seno de Solidaritat Catalana, inevitablemente se puede pensar en los conflictos internos en Junts pel Sí, que los grupos anarquistas de principios del siglo XX evocan a la CUP, y que el lerrouxismo remite a los discursos más viscerales anticatalanistas de Ciutadans. Pero asegura que estos paralelismos no los ha buscado: han salido solos.

Los olvidados

En todo este mundo marcado por la agitación política, Rahola también quiere poner de manifiesto otras contradicciones, por eso quiere apuntar el papel de la mujer en la sociedad, y también introduce un personaje homosexual, para explicar las dificultades de este colectivo durante los primeros años del siglo XX. Incluso el personaje de Albert Corner, que es central en la novela, es un individuo marcado, que ha salido embrutecido de la guerra, porque para Rahola, “de la guerra todo el mundo sale peor de como ha entrado”.

Una autora mediática

Pilar Rahola es periodista y es muy conocida por sus colaboraciones en medios de comunicación, desde el 8 al dia hasta El món a RAC1. Entre sus novelas más destacadas figuran El carrer sense embuts y Mariona. Pero también tiene libros de ficción muy populares, como Mujer lliberada, hombre cabreado o Carta a mi hijo adoptado.

Un premio con mucho prestigio

El Ramon Llull es el galardón que tiene mayor dotación económica de las letras catalanas: 60.000 euros. Lo concede la editorial Planeta. Tiene la peculiaridad de admitir tanto obras de ficción como de no ficción. Lo han ganado autores de gran renombre como Pere Gimferrer, Maria Mercè Roca, Terenci Moix, Baltasar Porcel o Gabriel Janer Manila. En la última edición, el Ramon Llull lo obtuvo Víctor Amela con la novela La hija del capitán Groc. Este año el jurado está integrado por Anne-Laure Aymeric (en representación de la editorial Belfond), Carles Casajuana, Pere Gimferrer, Gemma Lienas y Emili Rosales, que hará de secretario con voto. La obra ganadora se publicará en catalán, en castellano y en francés.