Pablo Ruiz Picasso y Francis Picabia tenían la misma edad, coincidieron en muchas ocasiones y, además, tenían un cierto parecido. Parece ser que se conocieron en una corrida de toros, en Barcelona, cabe en 1917. Sus vidas y sus obras volverían a coincidir en varias ocasiones. Ahora, sus trayectorias paralelas se analizan en una exposición, Picasso / Picabia, la pintura en cuestión, en la Casa Garriga Nogués de la Fundación Mapfre, que hoy se ha presentado a la prensa y que estará abierta desde este jueves, día 11, hasta el 13 de enero de 2019. Es una muestra con 150 obras, entre pinturas, dibujos, grabados y documentos de archivo, entre los cuales algunas obras destacadas de Picabia y de Picasso. Se ha encargado de la presentación de la exposición su comisaria, Aurélie Verdier, comisaria y curadora en el Musée National d'Art Moderne - Centro Georges Pompidou de París. Esta muestra se ha producido entre la Fundación MAPFRE y el Musée Granet de Aix-en-Provence (donde ya se ha expuesto anteriormente), con el apoyo del Musée National Picasso de París. Los organizadores de la exposición completan la muestra con la publicación de un exhaustivo catálogo.

picasso y picabia vegap

Anónimo. Retrato de Pablo Picasso ante la pintura El aficionado en la Villa las Clochettes, Sòrga, verano de 1912. Copia en gelatina de plata, 18,1 × 13 cm. Musée National Picasso, París. Donación Sucesión Picasso, 1992 (inv. APPH2861).
Man Ray. Francis Picabia à Saint-Tropez [Francis Picabia en Sant Tropetz], c. 1935. Copia en gelatina de plata, 21 × 16 cm. Colección Pierre y Franca Belfond, París. © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2018. © Francis Picabia, VEGAP, Madrid, 2018.

Coincidencia sin copia

Es la primera vez que se exploran los paralelismos entre la obra de Picasso y de Picabia. Esta es, pues, una "exposición de tesis". Pablo Jiménez Burillo, director del área de Cultura de la Fundación Mapfre, destaca que "la combinación funciona" y que la conexión entre ambos fluye:  "Cuando pones los cuadros de Picasso al lado de los de Picabia muestran la evidencia". Pero Verdier afirma que no se puede considerar que uno copie al otro, ni tan sólo que uno influencie al otro: "Los dos son grandes artistas, con personalidad propia", explica...

Las amoureux Picasso fundación mapfre vegap

Pablo Picasso, 'Les Amoureux' [Los enamorados], París, 1919. Óleo sobre tela, 185 × 140 cm. Musée National Picasso, París. Dación Pablo Picasso, 1979 (inv. MP62). © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2018.

Una historia de recelos

Dicen que al principio de su carrera, en París, confundían a menudo a Picabia con Picasso. Los dos nombres eran similares, y ambos eran de origen español: Picabia era francés hijo de padre hispano-cubano y Picasso malagueño. Los dos tenían prácticamente la misma edad. Aurélie Verdier los considera "unos falsos gemelos". Pero Picasso triunfó desde muy joven, y eso provocó los celos de Picabia. Dicen que sus escritos reflejan su obsesión hacia el malagueño. Por otra parte, se sabe que el talante provocador del franco-cubano irritaba a Picasso. "Se ignoraban de forma agresiva", comenta la comisaría. Aurélie Verdier explica los "recelos" como la característica básica de las relaciones entre los dos creadores, que empezaron en mundos muy diferentes pero que evolucionaron en direcciones paralelas, aunque en ciertos momentos hicieron cosas muy distintas. "Tienen en común el cubismo, pero Picabia llega más tarde a él, y muere 20 años antes", explica Verdier, quién ha decidido empezar el contenido de la exposición a partir del momento en que ambos empezaron a dedicarse al cubismo.

Las Amoureux (aprendido la pluie) Francis Picabia Fundación Mapfre VEGAP

Francis Picabia, 'Les Amoureux (après la pluie)' [Los enamorados (después de la lluvia)], c. 1924-1925. Ripolin sobre tela, 116 × 115 cm. Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris, París. Adquisición en venta pública, venta de los objetos remanentes en la vivienda ocupada por André Breton (42 de la Rue Fontaine, París), en 2003 (inv. AMVP 3035). © Francis Picabia, VEGAP, Madrid, 2018.

Paso a paso

La exposición está organizada en nueve ámbitos temáticos, en los cuales se explora la relación entre la obra de Picasso y la de Picabia. La primera es la dedicada a los cubismos, en la que se comparan las obras de Picasso con el estilo de Picabia que Guillaume Apollinaire denominó "orfismo", como en el cuadro Jeune fille. El segundo apartado está consagrado al objeto, en un periodo en que el caricaturista Marius de Zayas difundía las obras de uno y otro en Nueva York, y en el que los dos abordaban el objeto, pero de forma muy distinta. El tercer ámbito, "Clasicismo y maquinismo" estudia el retorno de Picasso hacia las composiciones clásicas, y analiza la crítica que le hizo Picabia. La cuarta sección está consagrada al dadaísmo, en el que Picabia militó, y que tuvo una cierta influencia sobre Picasso, que a pesar de no añadirse a sus filas, frecuentó los encuentros de estos artistas.

Pablo Picasso Portrait de Dora Maar. fundacio mapfre VEGAP

Pablo Picasso, Portrait de Dora Maar [Retrato de Dora Maar], París, 23 de noviembre de 1937. Óleo sobre tela, 55,3 × 46,3 cm. Musée National Picasso, Pariera. Dación Pablo Picasso, 1979 (inv. MP166). © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2018.

Evoluciones paralelas

El quinto apartado está dedicado a los retratos de españolas y a otras obras de carácter hispano, como las tauromaquias (unas "españolas" que Picabia pintaba inspirándose en postales y que consideraba "todas falsas"). La sexta sección está dedicada a las naturalezas muertas de Picasso y su conexión con algunas obras de Picabia. El séptimo ámbito se centra en los "monstruos", las pinturas basadas en postales creadas por Picabia en la Costa Azul, y busca la conexión con las pinturas de Picasso, que en aquella misma época tendía a deformar las figuras y a acentuar su cromatismo, como en Les amoureux. El octavo apartado se centra en obras más tardías, de los años 1930 o 1940, en las que Picabia alterna la figuración y la abstracción. La exposición se cierra con el último periodo de la vida de Picabia, cuando abandona toda referencia figurativa; en cambio, la figura humana siguió dominando en el repertorio de Picasso hasta al fin de su vida.

Francis Picabia, Habia II, Fundación MAPFRE, VEGAP

Francis Picabia, Habia II, c. 1938 y c. 1945. Óleo sobre cartón sobre tela, 61 × 49,5 cm. Colección Ursula Hauser, Suiza. © Francis Picabia, VEGAP, Madrid, 2018.

Barcelona, parada obligatoria

Aurélie Verdier recuerda que "Barcelona era una parada obligatoria para esta exposición", ya que "Barcelona no era un lugar neutro para ninguno de los dos artistas". Picabia pasó por la ciudad en 1917, cuando huía del alistamiento en la Primera Guerra Mundial, y aquí impulsó una publicación vanguardista, el 391. La capital catalana también jugó un papel clave en la evolución de Picasso. En realidad, tanto el uno como el otro incorporaron a sus cuadros las majas y las escenas de tauromaquia. Ahora, los dos se vuelven a encontrar en Barcelona, y ofrecen al público local una oportunidad para reencontrarse con su obra. Vale la pena, especialmente, que los que no las conocen vean las creaciones de Picabea: aunque en vida nunca tuvo la notoriedad de Picasso, con el tiempo cada vez se le ha valorado más. En la Casa Garriga i Nogués de la Fundación Mapfre descubriréis el porqué.

 

Foto de portada: Francis Picabia, Femme à l'ombrelle [Mujer con parasol], c. 1924-1925. Ripolin sobre tela, 92 × 73 cm. Colección particular. Cortesía Galerie 1900-2000, París. © Francis Picabia, VEGAP, Madrid, 2018.