Tras cerrar la pasada tanda con una subida del 1,85%, el Ibex ha abierto esta semana con un descenso del 0,52% a la espera de lo que el BCE decida el jueves sobre el mantenimiento de su política monetaria expansiva.

El Nikkei ha logrado un alza del 0,26% gracias a una mejora de la confianza del sector manufacturero, dentro de un comportamiento mixto de las bolsas asiáticas. En EEUU también saldrán datos de confianza y evolución en el sector manufacturero e industrial.

El Brent ha retrocedido a 51,90 dólares al conocerse que los presupuestos de Rusia para los próximos tres años sitúan el precio del barril en 40 dólares, o sea más de 10 dólares por debajo de su precio actual. Este recorte en previsiones supone una señal de la desconfianza que suscitan los acuerdos de la OPEP para congelar la producción.

Hoy en Europa habrá datos sobre la inflación de setiembre en la zona pero la atención se centrará en lo que diga Mario Draghi acerca de la compra de bonos públicos y privados (la QE). Moodys ha mantenido el rating de España en Baa2 y el mercado espera que la agencia DBRS ratifique la calificación de Portugal, con lo que se aprecia una mayor estabilidad en el mercado de deuda. La intervención del banco central se hace menos urgente.

En Wall Street, cerca de 80-90 empresas van a presentar resultados esta semana tras producirse el viernes un cierto rebote en la gran banca americana que favoreció al sector financiero en el Ibex. Hoy, el Bank of America, IBM y Netflix mostrarán sus cuentas del tercer trimestre una vez que Janet Yellen se haya mostrado acomodaticia ante la posibilidad de que la economía se recaliente. Los futuros del S&P retroceden un 0,25%. El mercado parece decantarse por una pausa.