La volatilidad continúa en zona de mínimos históricos. A falta de referencias macroeconómicas y a la espera de recibir más inputs de las empresas sobre la marcha de los resultados, las bolsas siguen moviéndose de forma lateral.

Los principales índices europeos se han movido en una estrecha banda en los meses de mayo y junio. Como suele pasar en los periodos situados entre las presentaciones de resultados y entre las reuniones de los bancos centrales, el mercado se centra en alguna variable, y en este caso el precio del petróleo es el elegido.

La entrada de esta variable en una tendencia bajista, ha traído encima de la mesa el debate de si este desplome afectará también a la inflación subyacente. Nuestra posición sigue siendo que no vemos tensiones de inflación en el largo plazo.

Dentro de este debate, ayer el Presidente de la Reserva Federal de Filadelfia defendió la última subida de tipos de la FED y dijo que las presiones inflacionistas a causa de la fortaleza del mercado de trabajo volverán. Es curioso cómo frente al temor del mercado a principios de año de que la FED se quedase “por detrás de la curva” ahora se podría decir que van incluso por delante.

Por ello pensamos que la FED esperará al cuarto trimestre para realizar una nueva subida de tipos y que confirmará que la reducción del balance será lenta. Mañana tendremos datos de PMI a nivel mundial y podremos tener una pista más de cuál ha sido el tono de la economía en ese mes.

Hoy se publicará el Leading Index en EEUU para mayo, aunque se espera estabilidad. Seguimos centrados en historias concretas y en este sentido vemos aún recorrido por unas semanas en las empresas defensivas.