El Dow Jones subió un 0,18% en medio de una baraúnda de noticias contradictorias sobre la economía americana, lo que debió hacer pensar a los inversores del Ibex que mal de muchos consuelo, digamos, de otros. El Ibex avanzó cerca de un 0,3% mientras el FMI indicaba que revisará al alza las previsiones sobre la economía española en 2016, por encima del 2,6% anticipado en junio.

El caso fue que las ventas minoristas en EEUU retrocedieron un 0,3% en agosto y la producción industrial caía un 0,4% el mismo mes. El mercado se tomó ambos datos como propios de temporada de vacaciones, como hizo el IFO cuando ocurrió lo mismo en Alemania. Más importancia se dio al dato de la petición de subsidios de desempleo, que aumentaron en 1.000 la semana pasada, hasta quedar en 260.000. El petróleo Texas subió a 43,90 dólares.

Aquí, la deuda pública se mantuvo sobre el 100% del PIB, en concreto el 100,5%, una décima menos que hace un mes y en cualquier caso por debajo de la mitad que Italia, donde llega a 2,25 billones de euros. A su vez, empiezan las quinielas sobre el resultado del referéndum para la reforma constitucional que ha organizado para octubre Renzi, vinculándolo a su continuidad en el cargo. De momento, no sale bien parado, pero es pronto.

Hablando de referéndums, el Banco de Inglaterra mantuvo los tipos de interés en el 0,25% al observar que la economía británica va mejor de lo previsto en junio, si bien mantiene la compra de bonos públicos y privados, que suman 515.000 millones de euros como dotación total.

Junto a los buenos pronósticos del FMI, a nivel doméstico se tomó buena nota de que los precios de la viviendas subieron un 2% en el segundo trimestre y que la inversión extranjera aumentó en España un 13% hasta junio. El sol y la confusión adherida molan fuera. No hay nada mejor en materia de dinero que los incondicionales. Dan gusto.