El Ibex ha gozado de una sesión colorida aunque por debajo del Eurostoxx, a la inversa de lo visto en la apertura. De nuevo, la banca ha sido el sector que tiró de una bolsa que ha recuperado el optimismo después de dejar atrás el referéndum italiano, del que hoy queda definitivamente descolgada la carrera política de Renzi. Sólo Trump tiene derecho a ocupar la primera página como personaje del año en la revista "Time".

Liberados de las sombras que proyectaba la banca italiana, el Popular, Santander, Caixabank, Sabadell o BBVA están recuperando posiciones a marchas forzadas, apoyados también en la estabilidad en que ha entrado el mercado de bonos. El Tesoro ha colocado 4.600 millones de euros en letras a 6 meses pagando un tipo de interés negativo del -0,320% y del -0,0221% a 12 meses. La prima de riesgo española está ahora en 110 puntos básicos frente a los 137 a finales de noviembre. Al mismo tiempo, el precio de la vivienda ha subido un 4% en el tercer trimestre. Para los balances bancarios, también positivo. 

Igualmente, valores como ArcelorMittal han avanzado con fuerza gracias a la progresión del precio de los minerales. La Bolsa de Frankfurt ha sido el índice que ha mostrado más poder alcista aun cuando la producción industrial alemana sólo haya subido un 0,3% en octubre. "El sector empezó de manera suave el trimestre", dijo de modo cáustico el ministro de Economía germano. 

Lo más llamativo ha sido que el petróleo Texas haya bajado casi un punto porcentual, hasta 50,45 dólares, pese a que los inventarios de crudo americanos retrocedieron 2,4 millones de barriles diarios. La farsa montada sobre los recortes de la producción ha hecho del mercado de petróleo algo muy parecido al juego de la lotería.

En Wall Street se observa un tono circunspecto quizá por el temor que despierta la perspectiva de ver al Dow Jones alcanzando los 20.000 puntos, nivel juzgado de peligrosa burbuja. La Fed de Atlanta ha situado el crecimiento de la economía americana cerca del 2,6% en el cuarto trimestre. Pero para ir más lejos en la Bolsa de Nueva York prefieren esperar a que se defina con más precisión y detalle el héroe de la revista "Time".