El Ibex ha rebajado el castigo recibido por la mañana gracias a datos en general más tranquilizadores que la psicosis generada por el Brexit. No obstante, el atentado sufrido por la diputada laborista, Jo Cox, víctima de los disparos de un hombre de unos cincuenta años que profería el lema “El Reino Unido primero” creó un clima de temor y preocupación acerca del resto de la campaña que queda por desarrollar.

A Wall Street no le ha gustado la posición defensiva adoptada ayer por la Reserva Federal respecto a los problemas que ahora mismo envuelven a Gran Bretaña y Europa. La voluntad expresa de Janet Yellen de crear una protección para EEUU ante la mentalidad de un Brexit a través de un dólar bajo que le asegure un incremento de las exportaciones, no le ha gustado a esta posición por considerarla una respuesta inadecuada. Para la bolsa de Nueva York una “posición de paloma” no es lo que toca ahora.

En EEUU se conoció que la balanza de pagos en el primer trimestre tuvo un resultado negativo de 124.700 millones de dólares, lo que revela las dificultades exteriores que mantienen la economía americana de forma permanente. Las solicitudes semanales de subsidios de desempleo en EEUU ascendieron a 277.000 personas, por debajo de lo esperado.

En Europa el IPC en mayo se situó en +0.4%, lo que llevó al BCE a comentar que paulatinamente el problema de la inflación va camino de resolverse y que podría culminar su normalización en 2018.

Donde ahora se empiezan a concentrar las preocupaciones es en la deuda, donde la evolución de rendimientos por debajo de cero están ocasionando comentarios que muestran una gran inquietud. El gurú de la deuda, Bill Gross, ha dicho que “los rendimientos mundiales de la deuda están en su punto más bajo en 500 años de historia”, ello puede dar lugar dijo “a una supernova que puede estallar un día”. Como se puede ver, los temores se van moviendo de un lado a otro cada día que pasa mientras se confirma el fallecimiento de la diputada Jo Cox.