La llegada de Joan García al FC Barcelona ha generado sentimientos encontrados. Aunque es una apuesta decidida tanto por parte de Deco como de Hansi Flick, dentro del vestuario azulgrana no todos lo ven con buenos ojos. Su fama entre algunos jugadores no es la mejor, y su pasado en el Espanyol no ayuda a suavizar la transición.
El primer gran problema es Marc-André ter Stegen. El capitán y referente del equipo no piensa ceder el puesto sin luchar. Se siente plenamente recuperado y convencido de que puede volver a ser titular indiscutible. Desde su entorno aseguran que está dispuesto a competir hasta el final. Y que no aceptará una salida forzada sin presentar batalla.

Joan García tiene algunos enemigos en el vestuario del Barça
Pero Ter Stegen no es el único que mira de reojo al ex portero perico. Joan García, pese a su juventud y talento, ha sido recibido con reservas en el vestuario azulgrana. Algunos compañeros dudan de que esté preparado para un reto de esta magnitud. Otros consideran que no es esa estrella que quieren muchos quieren vender. Y otros no olvidan su pasado en el Espanyol, enemigo histórico, que no rival, lo que genera cierto distanciamiento.
Además, circulan comentarios sobre su carácter reservado y un estilo que, aunque serio y profesional, puede ser interpretado como frío o distante. Eso ha provocado que, incluso antes de debutar, ya se hable de que Joan “no encaja del todo” en el ambiente del vestuario. Un entorno que, además, aún gira en torno a Ter Stegen, muy respetado por su trayectoria.

Joan García no lo tendrá fácil si Ter Stegen no se va
Deco, sin embargo, tiene otra visión. Para él, Joan García representa una renovación necesaria, no solo en términos deportivos, sino también económicos. Su fichaje permite aligerar la masa salarial, rejuvenecer el puesto y abrir una nueva etapa en la portería. Por eso, desde el primer momento, ha trabajado para encontrar una salida pactada a Ter Stegen, que implicaría la rescisión anticipada del contrato y una compensación económica. Todo ello, claro, sin dañar la imagen de un jugador que ha sido clave en los últimos años. Mientras que Flick, por su parte, también respalda a Joan. Confía en su potencial, más que en el de Ter Stegen, y quiere darle protagonismo.
Las próximas semanas serán claves. Si Ter Stegen accede a salir de forma pactada, el relevo será más sencillo. Pero si decide resistir, el Camp Nou podría vivir un choque directo entre el peso de la vieja guardia y los planes del nuevo ciclo. Y Joan García, lejos de empezar desde cero, tendrá que ganarse la portería entre miradas de desconfianza.