El president, Carles Puigdemont, ha reiterado por activa y por pasiva ante la hostilidad del Gobierno central y, específicamente, del ministerio (en funciones) de Asuntos exteriores, que piensa sacar adelante su agenda de proyección global del proceso político catalán le pese a quien le pese. Y lo cierto es que el Ejecutivo no desperdicia ningún contexto para llevar a cabo su compromiso en este sentido. La Fira Alimentaria, que se ha celebrado del 25 al 28 de abril en Barcelona, y que ha congregado a centenares de empresas punteras del sector alimentario mundial, ha sido una ocasión idónea para hacer “contactos institucionales” más allá de los escenarios habituales: en este caso, con representantes del Próximo... y el Extremo Oriente. Entre los interlocutores de altos responsables del Govern, y con los cuales se han celebrado conversaciones discretas, ha habido muy destacados representantes del Líbano, Corea del Sur o China.