Las campanadas de fin de año en la Puerta del Sol de Madrid debían tener como protagonista al músico Nacho Cano, que interpretó una canción en recuerdo de las víctimas del coronavirus ante una plaza vacía pero muy española a raíz de la proyección de los colores rojigualdos en la fachada principal. Al final el protagonismo se lo llevó un dron con un crespón y, otra vez más, una bandera española, que sobrevoló la zona mientras se celebraba el cambio de año.

La aparición de ese dron fue del todo imprevista a juzgar por la reacción del delegado del gobierno español en Madrid, José Manuel Franco, que lo tachó de "broma macabra". Lo cierto es que el aparato teledirigido sobrevoló la zona burlando todos los controles de seguridad.

El dron burló completamente la seguridad del perímetro y se pudo contemplar durante la emisión de las campanadas. En concreto, se coló en la esfera lateral del reloj de la Puerta del Sol. La Policía Nacional y la Policía Municipal de Madrid no tienen constancia del dron, cuya procedencia se desconoce.