El presidente del PP, Pablo Casado, ha mostrado este viernes la verdadera relación que tiene él con la inmigración en España. Ahora ya ha quedado atrás aquel viaje a Ceuta y Melilla en dar la mano a migrantes que acaban de llegar a España después de saltar la valla.
En aquella ocasión Casado colgó en Twitter una foto dando la mano a un inmigrante, dejando entender que no le eran igual a los inmigrantes que llegaban a España.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad, este viernes ha mostrado justo la otra cara de la misma moneda. Casado ha sido fotografiado pasando por el lado de un grupo de inmigrantes que duermen en la calle en Tarazona, cerca de Zaragoza, y no le ha importado el más mínimo que estuvieran allí. Tampoco ha parado a preguntar cómo estaban, simplemente ha pasado.
De hecho del lenguaje corporal del líder popular se puede leer que le son absolutamente igual. O quizás se debe a que el viaje a Ceuta fue para quedar bien...
Efe