Por sus características climáticas, geográficas y ambientales España es una de las zonas de Europa que más va a padecer los efectos del cambio climático a medio y largo plazo. Según ONGs como Greenpeace, esta amenaza ya es perceptible a través de fenómenos como la desertización, la llegada de especies invasoras de animales y plantas o la pérdida de biodiversidad. Ante esta realidad, que puede llegar a tener un impacto notable a nivel social y económico, la sociedad tiene el reto de ponerse en marcha consolidando un estilo de vida y unos hábitos de consumo más sostenibles y responsables.

Asimismo, es positivo fomentar la implicación en acciones más directas para contribuir en la defensa de la naturaleza, y en este sentido, el “voluntariado ambiental” gana peso poco a poco. Se entiende como voluntariado ambiental aquellas actividades realizadas de forma desinteresada y que tienen un impacto directo sobre la naturaleza más allá de reciclar, utilizar el transporte público o intentar ser respetuoso con el medio ambiente. Así, el voluntariado ambiental busca impulsar acciones concretas que repercutan sobre los ecosistemas de los bosques, ríos, marismas o playas que nos rodean. 

Según las Naciones Unidas nuestros bosques representan hoy más del 30% del territorio donde nos desarrollamos y albergan el 80% de las especies terrestres de animales, plantas e insectos. A pesar de su importancia, estos ecosistemas sufren con gran intensidad la actividad humana, tanto es así que cada año se pierden áreas boscosas equivalentes a una cuarta parte de la Península Ibérica. Ante esta realidad, cabe destacar las iniciativas que realizan compañías como Gas Natural Fenosa sobre los ecosistemas de los países en los que desempeña su actividad a través de un ambicioso plan de voluntariado ambiental en el que participan tanto los empleados como sus familias y que tiene la vocación de proteger espacios naturales cercanos a los lugares de trabajo. 

Desde 2014 y hasta 2017 más de 1.000 personas participaron en el Programa de Voluntariado Ambiental de Gas Natural Fenosa en España

En 2017 más de 250 personas participaron en el Programa de Voluntariado Ambiental Corporativo de esta empresa energética solamente en España. En total se invirtieron unas 22.500 horas de trabajo en estas acciones que buscan conservar espacios naturales con actividades realizadas en Barcelona, Tarragona, Valencia o Madrid. Paralelamente, los empleados de la empresa a nivel internacional también se involucraron en acciones de voluntariado ambiental en países como Argentina, Brasil, Colombia, México o la República Dominicana.

 “Hace catorce años que trabajo en la compañía y me enteré de esta iniciativa porque me lo comentó una compañera. Lo comenté con mi marido y dijimos que sí y decidimos ir toda la familia”, destaca Thaís Salvà, empleada de Gas Natural Fenosa y voluntaria ambiental en Catalunya. Asimismo, relata que la primera actividad en la que participó fue en el rio Francolí, en Tarragona. “Era otoño, a finales de noviembre, acudimos a la Escuela de Naturaleza del río y nos explicaron en qué consistiría la acción. Tuvimos que recoger los residuos del río. Al principio pensé que resultaría una actividad complicada pero los niños estuvieron encantados y jugaban a ver quién llenaba más la bolsa. Seguidamente, estuvimos un buen rato plantando árboles  y luego nos hicieron una explicación del río, de su agua, especies…Acabamos cansados pero muy contentos”, asegura.

El voluntariado busca la implicación de las familias

Un elemento central del voluntariado ambiental es el hecho de que fomenta la implicación de las familias, lo cual permite que los más pequeños también tomen parte en la protección de los ecosistemas cercanos al lugar en el que viven. Otra de las actividades que en las que participó Thaís consistió en la eliminación de plantas invasoras en una zona de dunas o la limpieza de una playa. 

“Esta es una experiencia que recomendaría sin duda a otros trabajadores de la empresa porque pasas un día divertido, en familia, al aire libre y conciencias a tus hijos de la importancia de cuidar el medio ambiente”, subraya. Por su parte, Iban Chico de la Felicidad, subdirector de Medio Ambiente y Aseguramiento de la Calidad de Gas Natural Fenosa, apunta que los proyectos en los que se implica la empresa y sus empleados son muy variados pero se centran en espacios naturales que necesiten “una pequeña ayuda”. 

“Nuestras acciones pueden ser directas, como por ejemplo, limpieza, reforestaciones, eliminación de especies exóticas o instalación de cajas nido; pero también tenemos una importante voluntad de sensibilización y educación ambiental”, añade. Paralelamente, el directivo recuerda que este programa de voluntariado corporativo se desarrolla a nivel global en todos los países donde la compañía está presente. “En general, contamos con la ayuda de algunas ONGs. Así, dos o tres semanas antes de la acción convocamos a los empleados interesados en participar en la acción, en la que también acuden amigos y familiares”. En el caso de Gas Natural Fenosa la compañía lleva ya cuatro años impulsando estas iniciativas, realizadas tanto en horario laboral como fuera de este, logrando tener un impacto positivo sobre el entorno a la vez que se estrechan los lazos de amistad y compañerismo entre los empleados.