En el Maresme se respira tradición, gastronomía, cultura y un paisaje que combina con armonía la montaña, la playa y el mar. Todo a escasos quince minutos de Barcelona. Precisamente el entorno natural de la comarca la ha convertido en una de las destinaciones predilectas para los amantes de los deportes, sobre todo de los acuáticos. Actualmente la comarca cuenta con cinco puertos deportivos perfectamente equipados: Arenys de Mar, el Balís de Sant Andreu de Llavaneres, Mataró, Premià de Mar y El Masnou.

Para recuperarse de una jornada de ejercicio, los balnearios se dibujan como una de las opciones más atractivas. Los del Maresme son muy conocidos, tanto el de Caldes d'Estrac como el de Arenys de Mar, que disfrutan de aguas con propiedades mineromedicinales y tratamientos termales. Aunque los baños de Caldes tengan su origen en el siglo XIX, las propiedades terapéuticas de sus aguas ya eran conocidas por los romanos.

La cocina del Maresme se nutre del pescado de sus lonjas, cargadas con el género más fresco, también de productos del huerto como los guisantes de Sant Andreu de Llavaneres, las patatas de Mataró o las mongetes del ganxet de Palafolls y de otros municipios. Los vinos blancos de DO Alella acompañan la degustación de todos estos productos con un juego de sabores único de la comarca.

Para llevaros un recuerdo completo de que es el Maresme, de sus rasgos distintivos más arraigados, os proponemos una ruta de lugares y experiencias indispensables.

Podéis empezar con una visita teatralizada al celler Alta Alella (Alella) donde os explicarán el cuento 'El raïm inquiet' de la mano de la dramaturga maresmense Elisenda Guiu. La actriz Cristina Peralta interpreta este relato para descubrir la cultura del vino de forma entretenida y divertida, ideal para familias. La visita finalizará en el Centre d'Enoturisme donde los padres probarán vino y cava y los más pequeños -no los olvidemos- podrán degustar mostos. Esta actividad se puede combinar con una comida o estancia en el Hostal de la Plaça.

Autor fotografía: Alta Alella

¿Os gustan el movimiento y los paisajes vinícolas? Si es así, os proponemos la actividad Quad entre vinyes (Alella). La experiencia de pasear con estos vehículos entre el viñedo ofrece un viaje al corazón del producto, de la materia prima de lo que llamamos "un buen vino". Podréis disfrutar del sol y el aire fresco conduciendo por los rincones más emblemáticos de esta zona del Parc Natural de la Serralada Litoral. Pinares, viñas, manantiales, torres con encanto y el mar cubriendo el horizonte: ¡todo un espectáculo! A la visita podréis ponerle el punto final perfecto: la degustación de una copa de vino Bouquet d'A Blanc.

Autor fotografía: Turismo Verde S.L.

¿Buscáis un sitio donde relajaros? ¿Apartaros del zumbido de la ciudad? La jornada de 'wellness' en el Balneari Titus y posterior comida en el restaurante Tresmacarrons (Arenys de Mar y El Masnou) puede ser la solución.

Autor fotografía: Nano Cañas

El Balneario Titus es el establecimiento de aguas cloruradas sódicas más próximo al mar de todo el territorio catalán (a unos cincuenta metros de la playa y a sólo cinco metros por encima del nivel del mar). Podéis hacer su tratamiento ‘Xocolat Spa’ que incluye una exfoliación y un masaje con sales y cacao. Tendréis la oportunidad de dejaros cuidar durante unos cuantos días y disfrutar del mar y el sol.

El restaurante Tresmacarrons, galardonado con una Estrella Michelin, hace una cocina comarcal y estacional dedicada a los productos de temporada. Organizan la carta en colaboración con los productores locales y en función del calendario.

Los amantes de la arquitectura también tienen en el Maresme una cita indispensable, la Ruta modernista Puig i Cadafalch de Mataró a Argentona y degustación de la mongeta del ganxet en el Bocca Restaurant (Mataró). Este recorrido transcurre a través del legado modernista que el arquitecto dejó en Mataró, su ciudad natal, y en Argentona, donde veraneaba.

La ruta por Mataró incluye la casa natal de Puig i Cadafalch, el mercado del Rengle, La Confianza y la casa Coll i Regàs, entre otros. Pero atentos, que el modernismo puede hacer despertar el hambre. Podréis combatirla con una comida al Bocca Restaurant, que ofrece auténtica cocina Mediterránea y de mercado. Un local recogido, selecto y acogedor con una carta de temporada renovada cada 3 meses (con postres y pasteles de elaboración propia). Una de sus recetas estrella son las mongetes del ganxet del Maresme en el estragón, con conchas de peregrino (vieiras) saltadas y verduras.

Autor fotografía: Antonella Spaccini

Autor fotografía portada: Antonella Spaccini

Contenido realizado con la información de la Agencia Catalana de Turismo