Hoy en día nadie duda de que el ejercicio físico mejora la productividad laboral, influyendo también en la reducción de las bajas. Cientos de estudios desarrollados por todo el mundo avalan este principio. Y como no podía ser menos, el Método Pilates cumple también con esta premisa. 

 

Entrenas fuerza de voluntad

Para empezar, como cualquier otra disciplina fortalece la voluntad. Crearse unos hábitos de vida saludables parte de la voluntad de hacerlo, e implementar una rutina como Pilates en nuestra vida ayuda a que lo consigamos. Estos hábitos de vida saludables no solo mejoran nuestra forma física: una persona sana y ágil físicamente es susceptible a serlo también de forma emocional y mental. Esto ocurre, entre otras cosas, porque durante la clase de Pilates nuestro cuerpo metaboliza endorfinas relacionadas con el bien estar y la sensación de placer, ayudándonos a combatir los sentimientos de ansiedad y depresión mejorando nuestra salud mental.

 

Te despides del estrés

En este sentido, al tratarse de una disciplina introspectiva, su práctica nos enseña a lidiar mejor con el estrés de manera constructiva potenciando nuestra relación con nosotros mismos y, en consecuencia, con los demás.

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Reconectas con tu ‘yo’ interior

Durante una clase de Pilates no solo mueves tu cuerpo. Sino que lo haces de una forma consciente y en comunión con tu mente. Esta sensación de vivir el aquí y el ahora nos permite mantener nuestro cerebro en estado de alerta mejorando nuestras habilidades cognitivas.

 

Una postura correcta ante la silla (y la vida)

A su vez, asegura la experta, este aprendizaje sobre nuestro cuerpo así como la comprensión de sus capacidades y necesidades mejora nuestra postura aliviando tensiones musculares. Desarrolla nuestro tono, fuerza y flexibilidad. Y, aumenta nuestra salud cardiovascular, mejorando nuestro sistema inmune y respiratorio.

 

Esta sensación de vivir el aquí y el ahora nos permite mantener nuestro cerebro en estado de alerta mejorando nuestras habilidades cognitivas

 

Sensación de bienestar

Este bienestar general proporciona mayores niveles de satisfacción con nuestra vida en cualquier ámbito, incluido el laboral. Por este motivo, incluir Pilates en nuestra rutina diaria mejora de forma global nuestra condición física. Y teniendo en cuenta este incremento de nuestro bienestar, es lógico que acabe teniendo consecuencias positivas en el trabajo. Ya que es el lugar donde más horas pasamos fuera de casa. Si quieres empleados sanos, satisfechos, productivos y felices, promociona el Método Pilates entre ellos.