En los últimos años se han intensificado las investigaciones acerca de la importancia del microbioma –el conjunto de microorganismo que tenemos en el intestino– y su relación con diferentes enfermedades. Un intestino enfermo puede afectar de diferentes maneras al resto de nuestro organismo, mientras que uno sano, puede ser un aliado inmejorable para nuestra salud.

Un equipo de expertos del King’s College de Londres, el Departamento CIBIO de la Universidad de Trento, el Instituto Europeo de Oncología en Italia y la Universidad de Groningen en los Países Bajos acaba de llevar a cabo el estudio más grande hasta la fecha sobre el vínculo que existe entre el microbioma intestinal y la respuesta a la terapia de inmunoterapia contra el cáncer para el melanoma. Los resultados se han publicado en la revista Nature.

Según la Doctora Karla Lee, investigadora del King's College London y primera autora del estudio, “estudios preliminares en un número limitado de pacientes han sugerido que el microbioma intestinal, como regulador del sistema inmunitario, desempeña un papel en la respuesta de cada paciente a la inmunoterapia contra el cáncer, y en particular en el caso del melanoma. Este nuevo estudio podría tener un gran impacto en la oncología y la medicina en general”, asegura.

El microbioma puede alterarse mediante cambios en la dieta, probióticos de próxima generación y trasplante fecal. Este cambio modifica a su vez la acción del microbioma sobre el sistema inmunitario. Comprender sus características puede permitir que los médicos modifiquen el microbioma de un paciente en consecuencia antes de comenzar el tratamiento. Menos del 50% de los pacientes responden positivamente a la inmunoterapia para el melanoma.

Cuerpo con intestinos

El estudio reunió al grupo más grande hasta la fecha de pacientes con melanoma. Se reunieron muestras de su microbioma intestinal de cinco centros clínicos en el Reino Unido, Holanda y España. Los investigadores llevaron a cabo un estudio metagenómico a gran escala (secuenciación del microbioma intestinal) para investigar si existe una asociación entre la composición y la función del microbioma intestinal y la respuesta a la inmunoterapia.

Los resultados confirmaron una asociación compleja, ya que involucra diferentes especies bacterianas en diferentes cohortes de pacientes. La presencia de tres tipos de bacterias (Bifidobacterium pseudocatenulatum, Roseburia spp. y Akkermansia muciniphila) parece estar asociada con una mejor respuesta inmune. Un hallazgo adicional fue que el microbioma en sí mismo está fuertemente influido por factores que incluyen la constitución del paciente, el uso de inhibidores de la bomba de protones y la dieta que deben considerarse en futuros estudios longitudinales.

El objetivo final es identificar qué características específicas del microbioma influyen directamente en los beneficios clínicos de la inmunoterapia para explotar estas características en nuevos enfoques personalizados para apoyar la inmunoterapia contra el cáncer. Pero mientras tanto, este estudio destaca el impacto potencial de una buena dieta y la salud intestinal en las posibilidades de supervivencia en pacientes que reciben inmunoterapia.