El frenazo que ha dado el Ayuntamiento de Barcelona con el polémico sistema de recogida Porta a porta ha sido recibidoa por los vecinos contrarios y por los partidos de la oposición como un éxito por su insistencia en denunciarlo.

Aunque el concejal Eloi Badia ha querido justificar el aplazamiento de la fase 2 de Sant Andreu y los cambios sustanciales que se aplicarán a la fase 1, en especial, la desaparición de los cubos y la instalación de buzones y contenedores inteligentes, en la búsqueda de un 'modelo Barcelona' de recogida de residuos homogéneo y válido para toda la ciudad, el hecho es que los contrarios al Porta a porta han conseguido una victoria contra el gobierno municipal.

Los vecinos piden que el ayuntamiento se disculpe

"Es una buena noticia que se pare la fase 2 y que se eliminen cubos y basura de nuestras calles de la fase 1", apuntan a elNacional.cat fuentes del colectivo Porta a porta Sant Andreu del Palomar, que durante los últimos meses ha aglutinado todo el sentimiento de malestar en el barrio por esta cuestión y ha marcado duramente la gestión municipal.

"Ha quedado patente que las reivindicaciones en forma de manifestaciones, descontento en las redes sociales, la negativa de los vecinos a recoger los kits y las más de 3000 firmas en sólo cinco días han hecho su efecto", añaden las mismas fuentes, que apuntan que gracias a toda esta presión se ha conseguido que "s'amplie el acceso a los buzones de pañales, pasando a poder ser utilizadas por cualquier persona que genere textil sanitario".

Además, este colectivo de vecinos recuerda que durante todo el tiempo de protestas han recibido por parte del Ayuntamiento "todo tipo de descalificaciones y desprecios tanto públicamente como en las comisiones de seguimiento, e incluso a nivel personal hacia personas del colectivo". "Haría falta que se hiciera pública una disculpa hacia nuestro colectivo por este motivo, ya que han acabado admitiendo que el modelo que proponíamos era y es absolutamente válido", añaden.

Finalmente, estos vecinos apuntan que "habrá que esperar ver cuál es el modelo exacto que se propone", ya que temen que si "la fracción plástico y cartón se mantienen como en el modelo actual, seguiremos teniendo los mismos problemas de aceras intransitables".

La oposición también lo celebra

Por parte de los grupos de oposición al Ayuntamiento de Barcelona, Esquerra Republicana de Catalunya ha apuntado que el aplazamiento constata "el fracaso absoluto del gobierno municipal en la cuestión". "Se ha evidenciado una aplicación nefasta", han apuntado fuentes de ERC que añaden que "las diferencias entre los dos socios de gobierno -también evidentes en esta cuestión- han entorpecido todo todavía más".

"Confiamos en que el ejemplo de Sant Andreu sirva de aprendizaje", insisten desde de ERC, que apuntan que el paron de Sant andreu "tiene que servir de lección para consolidar, ahora sí, a un modelo de 'puerta a puerta' eficaz y que genere adhesiones entre la ciudadanía", y por eso piden que "este paro no sea 'sine die'" porque hacen falta "una planificación y una calendarización de las próximas implementaciones".

La presidenta de Grupo municipal de Junts en el Ayuntamiento, Elsa Artadi, ha exigido al gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni que pare el sistema completamente y y que no solo retrase la segunda fase prevista para la semana que ve, y atribuyó esta "rectificación parcial" a la presión del vecindario del distrito y de Junto. Artadi ha denunciado que el gobierno municipal ha incumplido la acordado en el Ayuntamiento de reducir hasta el 50% la tasa de residuos a los vecinos y vecinas participantes de sistema de recogida y ha criticado la discriminación para los usuarios del barrio de Sarrià .

Por su parte fuentes de Barcelona pel Canvi han apuntado que hacía tiempo que la oposición lo pedía. "Han tardado a tomar esta decisión y no se pueden olvidar los perjuicios causados a los vecinos", han recordado desde el partido encabezado por Eva Parera, que insisten en que "la administración tiene que tener la obligación de ser previsora y saber lo que implican sus medidas". "Todo esto pone en evidencia que el gobierno sólo adivina cuándo rectifica", han afirmado las mismas fuentes.

 

Imagen principal: Los cubos en Sant Andreu tienen los días contados / Montse Giralt