Desde que aterrizó en Barcelona, el ex primer ministro francés Manuel Valls ha dejado claro que no tiene pelos en la lengua. Ni cuando se trata de hacer públicas sus propias vergüenzas. Así lo ha vuelto a demostrar en una entrevista en El Mundo, donde ha admitido que vino a Barcelona porque "quería cambiar de vida".

Valls ha admitido que irrumpió en la política barcelonesa porque "huía de Francia". "Con el hundimiento del Partido Socialista, es toda mi vida política la que se hunde. 40 años. También me estaba separando de mi mujer de entonces. Para los restos del socialismo me convierto en un traidor, porque voto a Macron. Y muchos de los amigos de Macron me desprecian. Y me siento una diana del antisemitismo y del islamismo radical: Edwy Plenel [presidente de Mediapart] me acusa de hacer la guerra a los musulmanes. Consigo mantener mi escaño de diputado, pero después de una campaña que me deja exhausto y con heridas. Y de repente empiezo a sentir inputs españoles", ha explicado.

Valls, que ha escrito el libro Pas une goutte de sang français (Grasset), también ha confesado que en breve renunciará al acta de regidor en el Ayuntamiento de Barcelona. "Ahora sé que soy mayormente francés: en mis valores, en mi manera de pensar y de hacer política. Mi etapa de concejal se ha acabado", ha dicho.

De hecho, Valls no se ha mostrado demasiado convencido de que su aterrizaje en Barcelona haya sido el más adecuado para él ni para la política. Preguntado por si no habría sido mejor marcharse a Francia después de que Ada Colau fuera investida alcaldesa, el concejal ha asegurado que su mujer también lo piensa. "No se acierta siempre", ha añadido.

"El resultado del pujolismo"

Sobre el futuro Govern y, más concretamente, el posible nombramiento de Jaume Giró como conseller de Economia, Valls lo ha tildado de "imbatible decadencia". "¡Las élites catalanas!: Giró, Laporta, Mediapro. El resultado del pujolismo, del procés y de la cobardía", ha lanzado.

Valls también ha querido apuntar a las diferencias entre las élites catalanas y francesas: "Las élites francesas se mezclan". "Una cena en París es una mezcla de intelectuales, empresarios, deportistas, periodistas. Hablas de todo. Aquí no. Aquí todo funciona por gremios y corporaciones. Aquí se da la más perfecta confirmación de la definición marxista de la burguesía: sólo le interesa su interés. Las élites francesas todavía tienen la pretensión de hablarle al mundo. Aquí sólo se hablan a sí mismas. Y, naturalmente, como Catalunya va hacia abajo, ellos van hacia abajo con ella", ha concluido.

 

Imagen principal: el ex primer ministro francés y concejal en Barcelona, Manuel Valls / Foto: ACN